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Historias de pretemporada: El estallido ofensivo y sus “diferencias”

Hay métricas que demostraron categóricamente el gran desbalance ofensivo sobre el pitcheo en la pasada 60 Serie Nacional del béisbol cubano. Pero el punto más crítico aquí, es que varias de esas tendencias prometen dispararse en 2022. Si deseas mantener las expectativas, esto es lo que deberías saber: Tendencias ofensivas situacionales Leyenda: Diferencias: Promedio de diferencias de los tres promedios oscilatorios escogidos. OBP-BL: OBP con las bases limpias. D-OBP-BL: Diferencias. OBP-CB: OBP con corredores en bases. D-OBP-CB: Diferencias. RISP: Promedio de corredores impulsados desde posición anotadora. Mantén tu mirada en esa columna llamada “Diferencias”. Como ves, investigué qué había significado básicamente el .373 OBP-BL (OBP con bases limpias), .395 OBP-CB (OBP con corredores en bases) y .245 RISP (Promedio de corredores impulsados desde posición anotadora) producido por la ofensiva en la pasada campaña. Lo que ves en “Diferencias” son los promedios de cada sustracción entre las estadísticas anuales y las acumuladas en la serie anterior. Perfecto, así es: En la pasada 60 Serie Nacional, los bateadores aumentaron en .016 puntos su OBP-BL, .013 puntos el OBP-CB y .015 puntos el RISP. Sin dudas, el aumento de los porcentajes de embasados se ha elevado por dos influencias fundamentales: El crecimiento de la tasa de boletos (11.1%) a un punto récords, y el aumento del BABIP (.325) como nunca antes desde el regreso del bate de madera. Esa oscilación ascendente de las tres métricas seleccionadas en esta investigación, OBP-BL, OBP-CB y RISP, derivó en .015, un promedio excesivamente superior al average de .001 fijado en las ocho temporadas anteriores. De hecho, en la 59 Serie las métricas ofensivas situacionales mostradas aquí parecían dar un giro positivo. Sin embargo, al extenderse a 75 juegos la participación de los 16 equipos sin refuerzos, era de esperar un resultado de tal magnitud a nivel de liga. De cualquier manera, las mejorías generales no indican proporcionalmente que los bateadores están obteniendo más éxito. En todo caso, demuestran que el ritmo ofensivo está hundiendo la capacidad del pitcheo. Si de rendimiento se trata, los 127 bateadores calificados con al menos 400 apariciones en home (PAs) durante las últimas tres temporadas (58-60 SNB), promedian .245 en situaciones de RIPS. Sólo 11 han cruzado la respetable barrera de los .300, y 16 acumulan al menos un 20% de RBIs de calidad por juego, las remolcadas que impulsan el empate o la ventaja para su equipo. El grupo selecto está encabezado por el MVP de la pasada 60 Serie Nacional, Lisbán Correa (Industriales), quien promedió 32.7 VG% (Porcentaje de Carreras impulsadas del empate o la ventaja por partido), entre 10 bateadores que registraron una media de 24%. VG%—Últimas tres Series Nacionales (58-60) El intermedista de los Cazadores de Artemisa, Dayan García, lidera con 59 VIEV (Veces que Impulsa el Empate o la Ventaja) en las últimas tres campañas, pero aparece en el quinto lugar debido a que se toma en cuenta el promedio por cada partido jugado. Entre los 10 mejores bateadores de la lista, aparecen seis derechos y cuatro zurdos, con una mezcla donde predominan los veteranos. No obstante, el gran mensaje aquí es que la ofensiva sigue dominando, pero cuando el contexto situacional se reduce a “momentos claves”, el grupo élite de bateadores es limitado. Probablemente varios de los swings que vimos brillar en este listado vuelvan a encabezar la producción en la liga, donde no parece haber proyecciones positivas indicando mejorías del pitcheo. (Foto: Lisbán Correa/BaseballdeCuba.com)

Dentro de la imparable explosión ofensiva de la pasada 60 Serie Nacional, que amenaza con mantenerse para 2022.

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