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Se encontraron 1733 resultados sin ingresar un término de búsqueda

  • ¿Superar la presión en situaciones cruciales del juego?: Cómo Danel sigue imponiendo su fórmula

    No se trata simplemente de tener talento, poder o habilidades de contacto. Para afrontar situaciones de presión, donde se decide cada juego de pelota, los bateadores necesitan muchas más herramientas que, incluso, a veces se van más allá de su capacidad física o el propio contexto. “Yo preparo mis turnos mucho antes”, me dijo Danel Castro en una de las primeras subseries de la segunda fase en al 57 Serie Nacional, cuando le pregunté sobre cómo mantenía tanta consistencia en el arte de golpear y tener éxito bajo altas tensiones. No importa el contexto, si es temporada regular o playoffs, a lo largo de su carrera por más de dos décadas, Danel ha sabido conservar el ‘secreto’. “Tengo varios trucos secretos gracias a la experiencia de los años jugando pelota, pero lo más importante es que se debe estudiar a los lanzadores. Saber qué lanzan, cómo te trabajaron, cuáles son sus fortalezas y qué estrategia podría usar contra los bateadores en situaciones determinadas”. “Hay que leer el juego”, así calificó la fórmula para disolver las más estrechas y decisivas diferencias en el score con los Leñadores de Las Tunas, como lo ha hecho Danel a lo largo de 26 temporadas, donde acumula 2,203 hits, 223 jonrones, 1,211 RBIs y 1,226 carreras anotadas. Era noviembre de 2017, durante mi primera temporada cubriendo el béisbol para BaseballdeCuba.com, y Danel me confesó, como lo hizo en otras ocasiones, que ya estaba pensando en el retiro. Sin embargo, “La Pantera” de Manatí sigue activo, sorprendiéndonos con su habilidad y alto nivel competitivo dentro de la liga a los 43 años (nació el 2 de julio de 1976). En 2019, Danel bateó 11 jonrones, registró 37 RBIs y un OPS de .898, pero su producción con corredores en posición de anotar no estuvo a la altura de toda su carrera: Produjo apenas para .211. Al enfrentarse a dicha situación, el peor promedio de Danel Castro fue de .190 en la 53 Serie Nacional, pero nunca había tenido una caída tan estrepitosa de un año a otro: Bajó .114 puntos (¡considerable!), de .425 en 2018 al .211 del año pasado. No obstante, aun así, de sus 37 carreras impulsadas, 12 (el 32.4%) como de costumbre sacudieron los scores, provocando el empate o la ventaja de los Leñadores. Entonces, tal y como ha sucedido a lo largo de su carrera, Danel Castro sigue siendo uno de los bateadores más peligrosos en situaciones decisivas. O, para decirlo correctamente: A los 43 años, ningún bateador en la actualidad aventaja al veterano de los Leñadores de Las Tunas a nivel nacional, cuando se disparan los nervios, crece la expectativa y el play se calienta. ¿Nadie? ¿Ningún otro bateador ni siquiera se acerca? ¡No hay comparación! Y si tienes dudas, revisa aquí quiénes han sido —detrás de Danel— los hombres más brillantes en situaciones de “Clutch” durante los últimos 5 años: ¡87 puntos de RISP+! Ese es el valor que acumuló Danel en la mitad de la pasada década de 2010, entre 2015-2019 (55 y 59 Series), tras empujar a 155 de los 494 corredores que encontró en posición de anotar. El RISP+ de 87, significa que Danel fue casi 100 veces mejor que el valor porcentual de la liga, donde todos los bateadores acumularon un promedio ajustado de .227 en esas cinco temporadas. Detrás de “La Pantera de Manatí”, aparece otro tunero, el outfielder Jorge Yhonson, con un brillante .301, pero lejos del impacto del .314 de su compañero en los Leñadores. Como pueden apreciar, Yariel Duque, Juan Miguel Soriano y Orlando Acebey tal vez fueron los nombres más sorprendentes de este Top-10, donde todos marcaron al menos 58 RISP+. El caso del corpulento bateador matancero Yariel Duque fue el más atípico de todos, pues sobresalió como el único bateador que su promedio (.298) en situación de “Clutch” superó su éxito en general (bateó para .295 en 659 PAs durante las últimas cinco campañas). El resto, Dayan García, Yordanis Samón, Alexander Ayala, Jefferson Delgado y Edilse Silva, han sido bateadores reconocidos en el último decenio, por lo que no sorprenden sus promedios calificados. Alberto Calderón, el outfielder capitalino de 27 años que ha desarrollado su carrera en la Isla de la Juventud, es el bateador más joven de la lista, si ampliamos el Top-10 hasta los primeros 16. Sin embargo, promedia .266 RISP, casi .50 puntos (.048) por detrás de Danel, quien está 31 días de cumplir 44 años. Durante las últimas tres temporadas, los Leñadores de Las Tunas ha sido el único equipo capaz de subir al podio. Con el subcampeonato de 2018, el título en 2019 y un tercer lugar tras perder ante Matanzas en las semifinales de la pasada 59 Serie Nacional, los dirigidos por Pablo Civil serán uno de los teams favoritos para buscar el título en 2020. Ese empeño colectivo, probablemente sea una de las principales metas que persigue Danel Castro: Retirarse ganando su tercer campeonato (suma uno como refuerzo de Villa Clara), aportando al máximo para quienes lo hemos admirado por su coraje y espectacular manera de definir las situaciones más desafiantes del juego. (Foto: Danel Castro/Itsván Ojeda, Victoria26)

  • ¿Cómo Jorge Soler nos hace recordar a Joe Maddon, exhibiendo el talento que parecía perdido?

    Hasta hace 101 juegos, aún teníamos la duda. Sin embargo, el manager de los Cubs, Joe Maddon, siempre vio ese rayo de luz en el horizonte y, cuando se le preguntó sobre el futuro del cubano Jorge Soler, dejó bien clara su visión: “Es un chico con un gran talento natural y estoy seguro que, desarrollándose, en algunos años será un slugger respetado en el juego”, le dijo Maddon a Fox Sport hace cuatro años. Esas palabras, como cada expresión de Maddon, quien dirigiera a los Cachorros de Chicago hasta conquistar en el Juego 7 la inolvidable Serie Mundial de 2016 frente a los Indios de Cleveland, nos sugerían total seguimiento de la carrera de Jorge Soler. Para entonces, un año después de su debut, en aquella temporada de 2015, el propio Maddon le ofreció varias oportunidades al cubano, en un lineup de los Cubs plagado de talento. Soler respondió con 10 jonrones en 2015 y 12 al año siguiente, pero aún no podía encontrar la gran oportunidad que esperaba para ser titular. En ese tiempo de evolución, Soler fue enviado a los Royals el 7 de diciembre de 2016, en un cambio que involucró al relevista Wade Davis. Aparentemente, los Cubs ganaban en esa movida y, de hecho, los resultados a corto plazo los favorecieron. Davis salvó 32 juegos en 2017 y se convirtió en agente libre. A la temporada siguiente, rescató 43 partidos en el bullpen de los Rockies de Colorado y esta temporada tiene 14. Sin embargo, en ese lapso de tiempo, la esperanza en espera del breakout de Jorge Soler seguía siendo una duda. Soler bateó apenas .144 en su primera temporada con los Royals, registrando apenas dos jonrones y OPS de .503 en 2017. Al año siguiente, rompió una cadena de 34-0 y parecía mostrar un corto ascenso en su enfoque encima del plato. Bateó 27 extra bases (18 dobles y 9 jonrones) en 61 juegos, pero lo más interesante era cómo comenzaba a trabajar la cuenta, produciendo un OBP de .354. Sin embargo, antes de llegar a la primera mitad de temporada, cayó en la lista de lesionados el 17 de junio, con una fractura en el pie izquierdo que lo hizo perder el año. La lesión era frustrante para el cubano pero, a pesar de que los Royals han sido un desastre rodante desde entonces, la salida de Soler los dejaba una vez más casi sin esperanzas. Entonces, llegó el 2019. Y sí, después de varios años teñidos de desesperanza, era difícil esperar un resultado como el que estábamos viendo cuando Soler bateó 14 jonrones durante los primeros dos meses de la temporada. Comenzó golpeando siete en abril y luego repitió la dosis en mayo. Por supuesto, algo que podemos asegurar es su poder natural como principal complemento del chico de 27 años y 6’4 de estatura. Además de eso, Soler posee una excepcional potencia en su brazo derecho, que lo define como un rightfielder con buenas proyecciones. Sin embargo, cuando analizas todo lo que está logrando, el crédito hacia el manager Ned Yost se da por sentado. “Nos gusta verlo en el campo, pero queremos que (Soler) esté saludable y como “DH” definitivamente tendrá todo el tiempo que necesita para prepararse y buscar los mejores turnos”, le dijo Yost a The Athletic a inicios de la temporada. Y ahora, 101 juegos después, la elección al menos está dejando ver los resultados que tanto se esperaban de Soler. Aquellas potencialidades decodificadas sabiamente por Joe Maddon, quizás demoraron un poco en llegar, pero ya podemos disfrutar de esas expectativas que parecían cruzar al camino de lo improbable. Demostrando su poder sin medida, Soler llegó a 27 jonrones este domingo, aplastando una bola rápida (94 mph) del abridor de los Indios, Zach Plesac: Antes de ceder esa bola rápida sobre lo alto en la zona de strike, Plesac quería combinar con su slider, pero el cuarto pitcheo después de poner a Soler en cuenta de 0-2, aterrizó en el plato a 85 mph y sin la rotación suficiente. Al quinto pitcheo (en conteo de 1-2), Plesac intentó lanzar esa bola rápida a la esquina exterior —el cátcher Kevin Plawecki la estaba pidiendo en ese punto lejano y bajo— y falló en el comando. Se quedó alta, alcanzable para el swing de Soler que, además de ser un halador letal, este año está poniendo más bolas en juego hacia su banda opuesta. Entonces, una vez más, Soler demostró cómo ha educado su swing y lo agresivo que suele ser cuando intentan retarlo con bolas rápidas. Es béisbol, y las estadísticas no sugieren un patrón totalmente invariable para la oposición, pero he aquí dos razones de peso por las cuales los lanzadores deberían tirar muchos más pitcheos rompientes o cambios de velocidad en conteos decisivos contra Soler: Está bateando apenas .197 cuando sus turnos terminan recibiendo un breaking ball y, .137, cerrando con pitcheos fuera de velocidad. ¿Tendencias? Sí, a veces deberíamos prestarle la debida atención en esta era de la analítica. Así es, Plesac, quien ha permitido la tercera peor tasa de jonrones por cada flyball (17.2% HR/FB) entre pitchers con al menos 40 innings lanzados esta campaña en el staff de los Indios de Cleveland, simplemente pagó por un error recurrente de los rivales del cubano esta temporada. Con 27 jonrones y 70 RBIs, ahora Jorge Soler se dirige hacia las huellas dejadas por Jermaine Dye, el último de sólo seis bateadores de los Royals que han pegado al menos 30 jonrones y produjeron un mínimo de 100 carreras. Dye lo hizo en el 2000, cuando envió 33 pelotas más allá de los límites y detonó 118 veces la registradora, con un OPS de .951 en 157 juegos. Ah, por supuesto que no hemos olvidado a Mike Moustakas, quien se adueñó del récord de jonrones de la franquicia luego de sus 38 bambinazos en 2017, pero recuerda que remolcó 85 carreras. Ahora, con más de dos meses por delante, tal vez ya no recuerdes cuando la visión de Joe Maddon fue capaz de anunciarlo a viva voz, pero estoy seguro que estarás al tanto de esto: Jorge Soler podría hacer historia con los Royals. Todo dependerá de su constancia, la salud y esa continua evolución de su enfoque, pero vale recordar que este progreso ha sido clave gracias a la esperada oportunidad que encontró en Kansas City para mostrar su talento. Ahora, a los 27 años, Jorge Soler parece imparable y todo lo que vemos podría ser aún mejor. Siempre aprendemos en el béisbol: El talento se impone, nunca deberíamos olvidar eso. Sigue a Yirsandy Rodríguez en twitter (@yirsandy), déjale un comentario o envíale una pregunta a su correo (yirsandybdc2018@gmail.com). ¡Comparte tus pensamientos y criterios con nosotros! ¡Nos une la pasión por el béisbol!

  • ¿Por qué el nuevo enfoque de Aroldis Chapman podría llegar a sorprenderte?

    Camino por vez primera a 40 salvamentos en una temporada Si ha habido un rasgo característico, marcado por una impresionante tendencia en la carrera del cubano Aroldis Chapman, sin dudas ha sido la velocidad aterradora de su bola rápida y esa ambición por deleitarse con cada strikeout. Fastball… fastball… fastball… Swing fallo, otro swing fallo y, por tercera ocasión, otra bola rápida, sin dejar tan siquiera un rastro por encima del plato, exaltaron rápidamente a Chapman entre los lanzadores (no solo cerradores) más dominantes y difíciles de descifrar en las Grandes Ligas hace ya más de ocho años. Sin embargo, lo que no nos esperábamos gran parte de los seguidores del “Misil Cubano”—al menos para este 2019—, era una regresión considerable en la velocidad promedio de su bola rápida sostenida sobre las 100 mph. Y sí, es lógico pensar posiblemente que ni el propio Chapman se había visualizado en un contexto de cómo sería buscar diferentes formas de dominio con una bola rápida de menos velocidad, al menos antes de que enviara al plato los últimos 8387 lanzamientos desde su presentación de primer impacto en 2011 hasta la campaña pasada. Entonces, resulta inevitable preocuparse cuando puedes examinar las tendencias iniciales de 2019, viendo que Chapman ha lanzado apenas tres pitcheos superiores a las 101 mph y 20, para sumar 23, con al menos 100 mph entre sus primeros 326 lanzamientos con los Yankees. Así es, la preocupación es comprensible, cuando ves cómo uno de los pitchers más rápidos del béisbol ha caído de un promedio de 100.4 mph en 2016 a 97.7 mph esta temporada. Y, aunque esa milla menos que su promedio de velocidad en la fastball del año pasado (98.7), registro que Chapman podría mejorar cuando ha lanzado apenas el 35.4% de los pitcheos en comparación con la muestra del año pasado, todas estas noticias llegan a redirigirnos a una misma pregunta: ¿Chapman seguirá siendo dominante y podrá encontrar nuevas vías para mantenerse en la élite entre los cerradores de MLB? Tenemos 326 pitcheos del “Misil Cubano”, una muestra suficiente para analizar cómo Chapman está explorando una nueva fórmula para el dominio. Sin duda, a primera vista, la pérdida de la velocidad en la bola rápida nos sorprende con un strike de preocupación, pero vale recordar una vez más que el comando aún es y será la principal arma de un lanzador sobre la colina. Entonces, esta es la tarea que tenemos ahora: ¿Qué hallazgos nos podrían conducir o alertar sobre una posible baja de Chapman tras la presente pérdida de velocidad en su bola rápida? O, ¿estaremos a punto de descubrir que Chapman puede seguir siendo exitoso probando nuevos cambios en su repertorio y la secuencia de sus pitcheos? Permite que este análisis te conduzca hacia nuevas perspectivas para encontrar cada respuesta sobre eso: Los rivales le están promediando .256 contra su bola rápida Ese average es exactamente .083 puntos más que el registro total en su carrera, un signo de regresión a corto plazo, pero eso se debe a una mejoría inestimable a la vista. ¿Por qué podemos afirmar eso? En esta gráfica de FanGraphs encontraremos respuesta: Nota del editor: Porcentajes de ubicación de los pitcheos de Aroldis Chapman. A la izquierda, se encuentran las tasas de los 919 lanzamientos que realizó el año pasado y, a la derecha, los 326 de esta campaña. Si detallas bien cada zona, esta temporada vas a encontrar un mejor equilibrio y más tonos en rojo dentro del cuadro inferior, donde la zona de strike se encuentra fragmentada en 36 partes. De hecho, en las tres líneas de strikes horizontales del centro hacia abajo, Chapman pudo mantener apenas tres zonas encendidas con al menos 2.0% de sus pitcheos el año pasado. ¿Cómo se ha ajustado para esta temporada? Tiene nueve de esas 18 zonas inferiores con al menos 2.0% de sus lanzamientos, muestras de que está marcando más envíos sobre las zonas bajas de strike, sin renunciar a las bolas altas o fuera de la zona en el momento preciso. Entonces, volviendo a la pregunta inicial en esta edición de pensamientos preocupantes, ¿qué signos reales de regresiones nos muestra ese promedio de .256? Al menos en este inicio, esos puntos no están indicando que Chapman está viajando por el camino equivocado. Incluso, cuando miras sus tasas generales de rodados y elevados permitidos, vas a encontrar que esta campaña ha registrado cifras calificadas comparando los índices de su carrera en ambos sentidos: Tiene una tasa de 50.0% GB (Rollings admitidos), la segunda marca mejor ubicada en su carrera desde 2011 (52.7%). Pero, al mismo tiempo, los oponentes le han bateado apenas el 23.8% de fly, tendencia que sobresale hasta el momento como su cifra récord. De cualquier manera, es cierto que al ver ese aspecto de .256 de average contra su bola rápida, no puedes dejar de pensar en la baja de velocidad de Chapman. En este caso, quizás varias de mis teorías puedan guiarte a entender, recuerda siempre que en el exquisito juego de béisbol todos los eventos se concatenan y tienen un origen: Como lógica al fin, a menos velocidad, será menos difícil alcanzar los pitcheos de Chapman. A mayor por ciento de lanzamientos en la zona de strike, también crecerán las puestas en juego. Al aumentar las puestas en juego, el abanico de probabilidades de que los rivales consigan éxito es superior. En este sentido, el power de strikeout era vital, eliminando más conexiones, pero ahora la contribución defensiva jugará un papel más importante. No obstante, mientras el “Misil Cubano” pueda extender esta capacidad inicial que mostramos, consiguiendo más pitcheos en la zona baja de strike, su bola rápida y la nueva mezcla podrían estabilizar mejor esta muestra. La bola rápida y el slider están combinándose mejor que nunca Quizás esta era una noticia que esperábamos escuchar sobre Chapman con el paso del tiempo, cuando el golpe de las lesiones o la pérdida de habilidades por la edad comenzaran a exhibir un declive. Pero, esta vez, a pesar de que Chapman no está presentando a grandes rasgos esos indicios, la rectificación de su mezcla de pitcheos ha dado un giro importante. Estadísticas de utilización de pitcheos y velocidades Fuente: FanGraphs. Leyenda: FB-SL%: Porcentaje de velocidad en las bolas rápidas utilizadas menos porcentaje de velocidad en las sliders utilizadas. rSL%: Regulación de la slider: La diferencia entre su utilización en comparación con su primera temporada clasificada en 2011. FB%: Porcentaje de bolas rápidas utilizadas. FBv: Velocidad promedio. SL%: Porcentaje de sliders utilizadas. SLv: Velocidad promedio. CH%: Porcentaje de cambios de velocidad utilizados. CHv: Velocidad promedio. El uso y la regulación de la slider han sido clave La última temporada donde Chapman probó con frecuencia el cambio de velocidad fue en 2017 (3.6%), pero los resultados de la combinación con su slider han generado un efecto más dominante. Ahí puedes verlo en la columna de rSL%, igual a la regulación de la slider de Chapman comparando cada año desde la utilización en su debut, cómo acaba de aumentar sus tasas de 9.7 en 2018 a 11.9 esta temporada. Esa había sido una perspectiva casi perdida entre 2014 y 2016, cuando los fervientes admiradores de la bola rápida de Chapman pensaban que no necesitaba depender de un pitcheo secundario brillante. Sin embargo, esto es lo que puedes apreciar en este inicio: Le están bateando para un anémico .136, con tres hits y 11 strikeouts contra las 90 sliders que ha lanzado. Una vez que analizamos, los registros de este enfoque renovado de pitcheo están llevando a Aroldis a mantener el dominio, aun cuando está ponchando menos. Contra las sinkers, ubicadas en momentos claves, Chapman ha dejado a la oposición de 12-0 con 11 ponches, demostrando que esa estrategia de incorporar la slider como segundo pitcheo, lanzándola a 13.4 mph menos que la bola rápida, va siendo un complemento letal para preparar a los rivales. Para ilustrar eso y puedas explorar otro punto de dominio significativo, dale un vistazo a las tasas de swing de sus oponentes: Estadísticas de swing y contacto contra bolas fuera de la zona de strike de los oponentes de Aroldis Chapman Fuente: FanGraphs. Leyenda: O-Swing: Porcentaje de swings de sus oponentes contra pitcheos fuera de la zona de strike. O-Contact%: Porcentaje de contacto de sus oponentes contra bolas fuera de la zona de strike. Ahí lo tienes: Sus rivales han perseguido el 34.3% (O-Swing= Porcentaje de Swing a pelotas fuera de la zona de strike) de los pitcheos de Chapman, la segunda marca más alta en su carrera. Pero, lo que es aún más interesa aquí, vas a encontrarlo si te fijas en la segunda columna: Sus oponentes tienen el peor contacto (O-Contact) de la historia. Ahora que estamos llegando al final de este análisis parcial, comparando la nueva traza de dominio dejada por Chapman en sus primeros 21 relevos de esta temporada, tal vez ya no sea tan traumática la idea de su pérdida de velocidad. Al final, es cierto que algunos parámetros de contacto como el BABIP muestran una caída de .268 el año pasado a .293 esta temporada, pero hemos demostrado aquí cómo Chapman está redirigiendo su fórmula para resolver los innings finales con los Yankees de New York. Tal vez sea solo cuestión de adaptarse a la nueva filosofía del “Misil Cubano”, quien sin dudas está pensando en cuidar su brazo para ser más duradero. Y, en cuanto a la baja de velocidad, la cual no creo que esté generada solamente por el salto de nivel de Chapman si de comando se trata, su repertorio renovado parece un plan interesante. De hecho, los números hablan por sí solos en este sentido: Estadísticas estacionarias por lapsos Fuente: FanGraphs. Leyenda: 1st-21: Primeros 21 relevos de la temporada. L-21: Últimos 21 relevos de la temporada. En esa muestra que tomé, puedes comparar el impacto de “Chappy” en sus primeros 21 relevos de esta campaña con los del año pasado y, además, como muestra adicional, agregué sus últimas 21 salidas de 2018. Los números en los tres “resultados verdaderos”, strikeouts, bases por bolas y jonrones, dicen que Chapman ha tenido un inicio superior a como terminó la pasada campaña. Incluso, tiene dos salvados más este año y su efectividad, aunque no está a la altura del 1.27 de inicios de 2018, califica por debajo de 2.00. Otra agradable señal es la de sus bases por bolas, estabilizadas en 6.3% este año, sobresaliendo como un registro estacionario récord en su carrera. ¿Menos strikeouts y la mejor tasa de bases por bolas en su historia? Desde mi visión, pienso que vale la pena ver cómo Chapman está comenzando a darle el valor correspondiente al comando por encima de la velocidad. Tal vez eso era algo que varios seguidores de Chapman estábamos esperando alguna vez, apreciar cómo su madurez podría sobresalir por encima de la intensidad, aunque ese retoque cueste perdernos una buena parte de sus bolas rápidas intratables. Después de sus primeros 21 relevos, estamos listos para comenzar a descubrir más tendencias interesantes de Aroldis Chapman. No tiene ningún inning de 1-2-3 con tres strikeouts esta campaña. Su bola rápida más veloz fue un tiro de 101.3 mph para dominar en un elevado al centerfield a Renato Núñez de los Orioles de Baltimore. Si todo eso aún continúa preocupándote, sigamos adelante, pero piensa también es esta proyección: Chapman podría alcanzar por primera ocasión 40 salvamentos en una temporada. Si lo ha hecho hasta ahora y su mezcla de pitcheo parece ajustarse para conseguir aún más dominio, entonces la preocupación por su velocidad debería ser ahora un pensamiento secundario. 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  • Explorando el impacto del movimiento sorpresa que envió a Kendrys Morales hacia Oakland

    Aún no se había secado la tinta del bolígrafo que acababa de oficializar la firma, pero, ¿quién lo necesitó? ¡No hace falta decirte que a Billy Beane le ha encantado la idea!: Traer al cubano Kendrys Morales, un veterano con 12 temporadas en el juego, constituye el alivio inicial que hará respirar a los Atléticos, después de ver partir hacia la lista de lesionados al primera base titular, Matt Olson. Con la firma, que le garantiza a Kendrys su salario de $11 millones para 2019, según Jeff Passan de ESPN, alrededor de las 7:31 de la noche de este miércoles los A’s recibieron la recompensa del rápido movimiento de la oficina, una razón más que estratégica, obligatoria, tras la lesión de Olson. Después de ese trato flash con los Blue Jays de Toronto, a los 35 años, el bateador designado e inicialista Kendrys Morales vestirá el sexto uniforme de Grandes Ligas (Angels, Mariners, Twins, Royals, Blue Jays y A’s por ese orden) para debutar en su 13ra temporada. Indudablemente, no puedes decir que los Atléticos han unido a su lista principal una superestrella del juego, o a un bateador de alto calibre del que esperas una temporada de breakout. Sin embargo, puedes afirmar que los Atléticos agregaron a un veterano conocedor de la liga, con más de 200 jonrones (211, para ser exactos) y 1256 hits en 1310 juegos, aún capaz de proveer calor ofensivo. No obstante, conocemos que, al mismo tiempo, existen grandes riesgos cuando inviertes dinero en un jugador de 35 años. Y eso es algo que podemos argumentar si evaluamos el rendimiento de Kendrys Morales con los Blue Jays. Después de recibir un contrato por 3 años y $33 millones de dólares (2017-2019) en noviembre de 2016, el designado cubano nunca pudo rubricar una temporada de 30 jonrones, ni tampoco de 100 RBIs. Pero, a diferencia de eso, recibió 132 strikeouts en 2017 y 227 en total durante los dos primeros años de su contrato. ¡227 strikeouts y 142 RBIs! Al mismo tiempo, también fue un problema frecuente la inconsistencia de Kendrys a inicios de temporadas, promediando solo .237 entre abril y mayo de 2017 y 2018, con 64 strikeouts en 88 juegos —¿recuerdas el slump gigantesco de apenas .203 de promedio, cuando bateó de 123-25 entre abril y mayo de 2018?—. Agrégale a eso, tocando el interesante asunto de la defensiva, ahora que los Atléticos encontraron el gran candidato para remplazar a Olson en la inicial, es imposible que con estos antecedentes no te alarmes: Kendrys no ha jugado más de 450 innings a la defensiva en Grandes Ligas, desde que apareció en 1279 innings para los Angels durante la temporada de 2009. En aquel momento, Morales tenía 26 años, pero este próximo 20 de junio cumplirá 36. Después de iniciar 142 juegos en la posición, Kendrys calificó entre los mejores inicialistas de la Liga Americana, registrando más-8 en DRS (Carreras Salvadas a la Defensiva). Sin embargo, desde aquella temporada, su capacidad para fildear —aunque no ha vuelto a ser titular a tiempo completo— se ha ido degradando: Registra menos-5 desde 2012. Pero, hombre, ¡tienes que arriesgarte!... pensaría Beane, uno de los Gerentes Generales más respetados del juego, el hombre de “Moneyball”, que ha sido capaz de contribuir para la identidad y la cultura propia de un club sin muchas estrellas o mega contratos. El otro punto aquí, es que los Atléticos también confían en la analítica. Y, si hemos traído aquí algunos signos de riesgos o posibles regresiones de Morales, también debemos hacer notar su impacto con el madero. ¿De qué se trata? ¿Qué tipo de calor podría agregar el bateador ambidextro cubano? Mantén tu mirada en estas notas que nos traen algunos números interesantes: 92.3 MPH. Este, tal vez, podría ser el número más legítimo en los registros de Kendrys Morales y, al mismo tiempo, uno de esos valores que muestran tendencias difíciles de expirar en corto tiempo. Se trata de la velocidad de salida promedio de las conexiones de Morales, algo en lo que se ha destacado durante las últimas cinco temporadas. Incluso, desde 2015, en todas Kendrys ha calificado en el Top-15 de los bateadores que más pelotas derriten en las Mayores: Temporada, lugar en el ranking y Promedio 2018: 14to/92.3 MPH 2017: 10mo/91.1 MPH 2016: 6to/92.7 MPH 2015: 12do/91.8 MPH Ahí lo tienes: Incluso el peor valor de esa lista, el 91.1 MPH en 2017, clasificó como un buen resultado dentro de los mejores 15 récords del año. Sí, es cierto, lo único que puede romper todo eso son las regresiones, o para decirlo mejor: Un declive total donde Kendrys Morales donde se vea totalmente apagado en el plato. Sin embargo, a ese hipotético ejemplo no nos están conduciendo estos números, al menos si se trata de analizar dónde comienza a producirse la posibilidad del éxito, cuando el bateador está intentando golpear. 94.2/90.2/90.2: ¿Qué nos dice? Esos fueron los incrementos de Kendrys en la velocidad de salida de 2018 contra las bolas rápidas, los breaking ball y los pitcheos fuera de velocidad, respectivamente. Así que, al final, el hombre de .769 OPS no fue tan inefectivo como tal vez revelaron sus métricas del año pasado. Un buen punto aquí, es que Morales caerá en el centro de una alineación bastante productiva. De hecho, si los Atléticos lo utilizan de tercer bate, el turno que le pertenecía al inicialista lesionado Matt Olson, Morales tendría delante a Matt Chapman (pegó 24 jonrones y anotó 100 carreras en 2018), y detrás a Khris Davis, quien ha bateado al menos 40 jonrones en sus últimas tres temporadas (133 en total desde 2016). A eso súmele también que los A’s terminaron en el 10mo puesto del OBP (.325) durante 2018, una buena razón para pensar que la producción de Kendrys Morales se podría hacer sentir más que en los Blue Jays —fueron el 23er peor equipo en OBP con .312—. Al menos en todas sus velocidades de salida en comparación con 2017, Morales también estabilizó su poder de slugging sobre .500 (.515) contra la bola rápida en 2018, además de .357 (mejor que el .349 de 2017) al batear los breaking balls. 68, 103, 120, 132, 95. ¿Qué tenemos aquí? Los ponches. Dichosos ponches, esos pitcheos tan molestos que están logrando resultados indetenibles contra la ofensiva de hoy día en las Grandes Ligas. Pues sí, esos cinco números que ves arriba, son todos los strikeouts que Kendrys Morales se ha tomado desde 2014 a la fecha. Un detalle interesante en este sentido es ver cómo estuvo bateando en los años que se ponchó menos de 100 ocasiones, pero hay un dato aquí para ahorrarnos ese paso: En ninguna de esas dos temporadas, 2014 y 2018, Kendrys entró al plato más de 472 veces. Fueron 401 PAs en 2014 y 471 el año pasado, así que son grandes las posibilidades de verlo poncharse en más de 100 turnos si cumple las apariciones a home calificadas (502). Después de 12 temporadas al más alto nivel, su promedio por cada 162 juegos ha sido de 118 strikeouts, según STATS LLC. .739: Ese es el OPS de Morales en el primer mes de la temporada durante su carrera, resultado que ha venido después de presentar sus promedios de bateo y slugging más bajos en general. Ese problema, el arranque lento en producción, ha sido una situación difícil de manejar que al final le ha costado mejores temporadas a Kendrys. Sin embargo, algunas proyecciones parecen encenderse para 2019: Leyenda: WHIFF%= Porcentaje de fallos de swing. FB= Fastballs. BK%= Porcentajes de fallos contra breakingball (pitcheos rompientes). OFFS= Porcentaje de fallos contra pitcheos fuera de velocidad. HARD%= Porcentaje de bolas bateadas con contundencia. SHIFTS= Promedio en situaciones de “formaciones defensivas” con bolas puestas en juego. Y ahora, ¿qué tenemos aquí?: Fallos de swing, promedio de contundencia de las conexiones y efectividad contra las formaciones defensivas. Mira todo eso y solo pensemos cuál será el mayor reto de Kendrys Morales para 2019, después de haber analizado algunas de sus muestras más interesantes. Si ves “DIF/”, la diferencia entre 2018 y 2017 fue de -5.4%, algo que muestra mejorías de Morales y menos fallos de su swing contra las bolas rápidas. No obstante, retrocedió frente a los breakingballs 2.5%, pero su gran caída llegó en sus intentos de ataque contra los pitcheos fuera de velocidad: 11.0% de regresión. Al final, ¿por qué estamos analizando esto? Simplemente porque el mayor problema de Kendrys Morales en sus últimos años no ha sido una baja de impacto al golpear la pelota, pues el gran desbalance lo han traído sus altas tasas de strikeouts. Después de 12 temporadas, Morales promedia 118 ponches por cada 162 juegos en MLB, así que mientras pasa el tiempo y su poder obviamente se reduce, si no logra eliminar los strikeouts será bastante difícil tener el éxito esperado en el plato. Y para hacer más fuerte todo este argumento, notarás también cómo Kendrys se ha ajustado a los “Shifts”, promediando .294 en 2018, después de batear .281 en 2017 y .250 en 2016. Resumiendo todo esto: Estamos en presencia de un hombre de 35 años agresivo en el plato, aún con capacidad para pegarle fuerte a la pelota, pero que deberá batallar contra sus malos inicios y el declive de su swing de contacto. En 2018, Kendrys hizo varios ajustes en algunos sentidos, sobre todo dejando de atacar los primeros pitcheos (su tasa de swing fue de 18.3%, después del 27.8% de 2017), pero el inicio con 30 strikeouts en sus primeros dos meses de temporada fue difícil de revertir al final. Cuando ves los números generales de su carrera, también puedes apreciar algo que les encantaría a los Atléticos: Ver parte del calor ofensivo que ha caracterizado a Kendrys Morales en sus primeras mitades de temporada, con 109 jonrones y 406 empujadas en 711 juegos. Es posible que ahí esté la clave, ya que los Atléticos hicieron este movimiento sorpresa buscando mantener el equilibrio de un equipo que sorprendió con esas 97 victorias de 2018 y el cuarto mejor registro de anotadas (813) en todas las Mayores. ¡Los Atléticos quieren hacerlo! ¡Retornar en 2019, demostrando que el salto en 2018 no fue casual! Y, para iniciar ese largo viaje de la temporada regular, Kendrys Morales será importante para los A’s. Pero, al mismo tiempo, esta era una perspectiva que necesitaba Morales para demostrar si puede mantenerse derritiendo pelotas de béisbol en su carrera de Grandes Ligas. Tal vez el cubano se retire con los Atléticos o, quizás, una buena actuación en la primera mitad de la temporada lo ayude a ser visto para fortalecer a otro equipo gracias a su experiencia en la liga. Cualquier cosa puede suceder, claro, ¡solo cuando arranque el Opening Day! Sigue a Yirsandy Rodríguez en twitter (@yirsandy), déjale un comentario o envíale una pregunta a su correo (yirsandybdc2018@gmail.com). ¡Comparte tus pensamientos y criterios con nosotros! ¡Nos une la pasión por el béisbol!

  • Cachorros de Holguín

    . Holguín resulta uno de los diez elencos surgidos en la temporada 1977-1978/17 de nuestras Series Nacionales, y uno de los que obstenta al menos un título en estos torneos. Pese a su campeonato, los holguineros jamás han sido un elenco de la élite pero sí han tenido sus momentos de estelaridad en los torneos nacionales cubanos, así como figuras de indiscutible calibre. Reseña Histórica Al debutar en la 17 Serie Nacional, gracias a la nueva división política administrativa del país que dividió al mismo en 16 provincias y un municipio especial, Holguín no tuvo gran impacto en el torneo nacional anclando en el lugar 14 entre 18 elencos, en esa ocasión bajo las órdenes de Miguel Giró. El propio Giró llevaría a Holguín hasta un 8vo lugar en la temporada 1979-1980/19 SN, repitiendo esta mejor posición cuatro temporadas después. Era la época de un gran lanzador como Rafael Castillo, quien junto a Alberto Cabrejas, Fernando Moitt y Fidencio Serrano, eran los líderes del cuerpo de lanzadores del equipo, mientras hombres jóvenes como Ricardo Bent, Jorge Francis, Regino Góngora y Jorge Cruz, llevaban el peso ofensivo. Sin embargo, a decir verdad, los holguineros pasaron con más penas que glorias la mayor parte de la década de los ochenta del siglo pasado, y solo en los noventa, con el regreso de Héctor "Tico" Hernández al mando, y la entrada de jugadores talentosos como el receptor Alberto Hernández, los lanzadores Osvaldo Fernández y Gustavo Labernia, los jardineros José Lamarque - único campeón de bateo en la historia del equipo -, Juan C. Bruzón y Luis Rodríguez Williams, entre otros, comenzaron a estabilizar sus resultados en el torneo nacional. De este modo Hernández logró, entre la temporada 1989-1990/29 SN y hasta la 1995-1996/35 SN, balance de 218-186 (.540), llevando además al elenco a su mejor posición histórica, con su presencia en la primera postemporada de Holguín durante la 34 Serie Nacional/1994-1995 - cayeron 0-4 en semifinales ante el trabuco de Villa Clara - y terminando en un 4to lugar. Roster de Holguín en su debut, temporada 1977-1978/17 Serie Nacional Lanzadores: Gerardo Hernández, Jorge Martín Magarino, Alberto Cabrejas, Humberto Vergara, Carlos González, Fernando Moitt, Néstor López, Fidencio Serrano, José Echevarría, Fernando Góngora, José Guevara y Evaristo Ramírez. Receptores: Julio Padilla, Julio Quiala y Heberto Bermúdez. Jugadores de Cuadro: Ricardo Bent Williams, Jorge Cruz, Miguel Fuentes, Eusebio Bravo, Héctor Salomón, Reynaldo Bravo, Ángel Martínez y Manuel Barea. Jardineros: Manuel Santiesteban Ramos, Gil Varela, Jorge Francis, Carlos González y Bismark Fernández. Director: Manuel Giró. Pese al sostenido paso del elenco de los Cachorros, Tico Hernández dejó al conjunto y tras un 6to y 12mo lugar con managers diferentes, el regreso de Tico se produjo para que, en su cuarta temporada de regreso, Holguín y su manager dieran la sorpresa más grande de campeón alguno en Series Nacionales, alcanzando la postemporada - por segunda vez - del 2002/41 SN y disponiendo en ella de Camagüey 3-1 en los 4tos de Final, Villa Clara 4-2 en Semifinales y de Sancti Spíritus 4-3 en la Final de Cuba, para un inesperado pero merecido título nacional de Cuba. De aquella serie final muchos son los recuerdos que la afición alberga, pero, sin duda alguna, el cuadrangular de su receptor Ernesto Martínez en el 5to inning del Juego 7 para al final decidir y el pitcheo combinado de Orelvis Ávila por 8 2/3 de innings y Oscar Gil, con ponche de relevo ante el toletero Frederich Cepeda en el 9no inning para sellar el campeonato, son de los más recordados. Tras aquella memorable victoria, Holguín no ha regresado a impactar la cima de la tabla de posiciones nuevamente. El conjunto, inclusive, llegó a alcanzar un récord de 34 derrotas consecutivas en la temporada 2005-2006/45 SN con Carlos Rodríguez al mando, temporada donde Holguín ancló en la 15ta posición entre los 16 elencos del torneo. A decir verdad, entre el campeonato nacional de 2002 y la actualidad, lo más cercano que Holguín ha estado de los cuatro mejores conjuntos del país ha sido en las series 53, 55 y 56, cuando con Irochis Bartutis (53) y Noelvis González (las dos restantes), llegó hasta la 5ta posición. Para la pasada campaña cubana, el veterano mentor Tico Hernández realizó su cuarto regreso al mando de Holguín, en lo que resultó su 21 temporada con los Cachorros y en donde mejoró tres lugares respecto a la temporada anterior, pero nuevamente quedó al borde de avanzar a otra postemporada. (C) El récord de los Play Offs incluye la Serie de Comodines que Holguín ganó ante Isla de la Juventud. Figuras de Holguín en las Series Nacionales. De arriba a abajo aparecen los lanzadores Rafael Castillo, Alberto Cabrejas y Fidencio Serrano, el jardinero Jorge Francis, el torpedero Jorge Cruz, los lanzadores Osvaldo Fernández y Oscar Gil, el receptor Alberto Hernández, los jardineros Juan C. Bruzón, José Lamarque y Luis E. Williams, los lanzadores Luis M. Rodríguez y Orelvis Ávila, el jardinero Maikel Cáseres, los jugadores de cuadro Yunior Paumier y Yordan Manduley y el lanzador Aroldis Chapman.

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