Una de las principales razones por las que valoro la corriente analítica y sabermétrica se conecta incluso con el pensamiento tradicionalista. La mayoría de las métricas, para no ser absoluto, dan valor a los eventos en los que se basa el juego de béisbol: Anotar carreras. Evitarlas. Todo se combina, obviamente, para buscar el éxito.
Comencé recordando este clásico ángulo del debate entre tradicionalistas y amantes de sabermetrics, precisamente porque el cubano Vladimir Gutiérrez ya acumula 16 aperturas superando las proyecciones más convencionales de FanGraphs y Baseball Savant. Antes de subir al montículo este domingo contra los Marlins de Miami en Great American Ball Park, el “Guty” había admitido el peor FIP (5.07) y Barrel% (9.1) del staff de los Reds.
Su ERA de 3.87 en comparación con el xERA de 4.30 mostraban, sin dudas, parte del beneficio que Gutiérrez ha obtenido de un .272 BABIP—el mejor entre los abridores—gracias a los “shifts” defensivos de los Reds. La diferencia de 0.43 ERA no parece notable, pero cuando es invertida como sucede en este caso de Gutiérrez, suena preocupante.
Con el ERA esperado tan alto, las tendencias analíticas intentan predecir hacia dónde podría girar el rendimiento del diestro pinareño, quien ha podido registrar una tasa de apenas 6.8 K/9 en plena “Era de los Strikeouts”. Sin embargo, el coraje derrochado por Gutiérrez sobre la colina, en cada salida parece como si arrojara un latigazo sobre la corriente analítica que, obviamente, también podría cambiar.
No podemos decir que este domingo el joven diestro pinareño apagó a una de las mejores alineaciones de esta temporada, pero completó siete convincentes innings con 89 lanzamientos en una de las mejores aperturas de su carrera. De hecho, los ocho ponches de Gutiérrez sobresalen como el nuevo récord personal en 16 juegos inicios desde que debutó con los Reds en mayo pasado. Pero ahí no termina todo: El Guty admitió apenas tres hits, una velocidad de salida promedio de sólo 77.6 mph y sus pitcheos provocaron 17 swings sin contacto, la segunda marca más alta de la tarde, detrás de los 21 generados por el abridor de los A’s ante los Giants, Frankie Montas.
Gutiérrez paseó los primeros tres innings retirando a nueve bateadores en fila, con la mitad de sus ocho strikeouts. El leadoff de los Marlins, Miguel Rojas, fue el único bateador que alcanzó a pegarle dos imparables al Guty, y el otro hit fue un doble remolcador de Jesús Sánchez en el inicio del cuarto capítulo. Isan Díaz registró la conexión más sólida ante Gutiérrez, un rodado a 103.6 mph que pifió su compatriota, el intermedista José Barrero.
Los Reds ganaban por 2-1, pero los Marlins tenían el empate en segunda después de dos outs. Durante toda la tarde, Vladimir Gutiérrez estableció su mezcla con una bola rápida de cuatro costuras que asentó en las 93.1 mph (el 47% de sus pitcheos), combinando la slider (27%), su curveball (13%) y el changeup (12%). Sin embargo, cuando retó al cátcher Sandy León para defender la ventaja de una carrera y cerrar su dominante apertura en el inicio del séptimo, apeló al pitcheo que más giro le estaba promediando en toda la tarde, con +59 rpm en el spin rate: La curveball.
¡El swing de León se desvaneció mientras el pitcheo que dibujó el Guty rotaba impecablemente del centro de la zona hacia adentro contra el bateador zurdo!
“Los lanzadores abridores de nuestro equipo han sido una constante”, le dijo a MLB el manager de los Reds David Bell. “Hemos tenido eso, y nunca se puede dar por sentado. Gutiérrez, siendo uno de esos titulares, ha aprovechado al máximo las oportunidades”.
Tyler Naquin agregó un bombazo solitario a 414-ft por el right-center, y los Reds ampliaron la ventaja 3-1 en el final del octavo, antes de completar la barrida de cuatro partidos que comenzó el pasado jueves con marcadores de 6-1, 5-3, 7-4 y 3-1.
Ahora Gutiérrez tiene marca de 9-4 (3.68 ERA), y ha fijado un excelente balance de 4-1 y 1.39 de efectividad durante cuatro aperturas en este mes de agosto. Con ese registro de 9-4, el Guty empató los récords en MLB de dos estelares compatriotas, Orlando “El Duque” Hernández (New York Yankees, 3.15 ERA) y Rolando Arrojo (Devil Rays, 3.16 ERA), quienes iniciaron sus respectivas carreras en 1998.
Gutiérrez, además, sigue aferrado a la carrera por la discusión del Novato del Año en la Liga Nacional, donde ocupa el tercer lugar en bWAR (2.5), y el primero entre lanzadores de primer año.
Es cierto, algunas de sus métricas no muestran las tasas extra dominantes de los típicos lanzadores de poder en la actualidad, pero Gutiérrez sigue progresando como y sus resultados hablan por sí solos.
Así que nunca, insisto, ninguna de las dos corrientes, tanto la sabermétrica como la tradicional, empujadas día a día al terreno de la discordia, están lejos de brindarnos una visión de cómo los jugadores podrían contribuir para que un equipo pueda ganar.
En otras palabras, no sé si será el camino correcto para todos, pero intente nadar en ambas corrientes. ¡Que el enfoque sea tomar lo mejor de ambas corrientes de análisis!
¡Es béisbol, así que sólo espera eventos tan emocionantes como impredecible!
(Foto: Vladimir Gutiérrez/Getty Images)
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