64 SNB | Holguín a la cima sin jugar; Las Tunas bombardeó a Matanzas; Industriales con el mejor diferencial de la liga; más notas
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Después de nueve días, la 64 Serie Nacional del béisbol cubano está de regreso. Tras el paso arrollador del devastador huracán Melissa la zona oriental aún intenta recuperarse. Han sido días muy tristes donde incontables familias se vieron afectadas. El béisbol está de regreso y sin dudas volverá a ser un aliciente para fanáticos.
La Comisión Nacional de Béisbol emitió un comunicado con las actualizaciones sobre el calendario de juego reprogramado y el Juego de Las Estrellas:
Información de la Comisión Nacional de Béisbol
Tras la posposición ocasionada por el paso del huracán Melissa, la 64 Serie Nacional de Beisbol se reanudará el próximo martes 4 de noviembre.
Como se observará, el calendario ha sido reordenado para evitar acciones iniciales en las provincias de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo. De tal forma, se adelantará la subserie número 11, se disputará después la 12, y a continuación se retomará la 10.
En cuanto al Juego de las Estrellas, asignado a Holguín, la decisión es no celebrarlo, a fin de priorizar la recuperación del calendario regular y no someter a la provincia a exigencias de ese tipo en medio de las actuales condiciones.
A continuación, los partidos de las tres subseries reprogramadas (siempre el primer equipo como local):
Subserie 11 (4-9 noviembre): Artemisa-Holguín, Industriales-Camagüey, Mayabeque-Granma, Cienfuegos-Guantánamo, Villa Clara-Pinar del Río, Sancti Spíritus-Santiago de Cuba, Ciego de Ávila-Isla de la Juventud, Las Tunas-Matanzas.
Subserie 12 (11-16 noviembre): Pinar del Río-Guantánamo, Villa Clara-Mayabeque, Artemisa-Santiago de Cuba, Ciego de Ávila-Cienfuegos, Isla de la Juventud-Granma, Camagüey-Sancti Spíritus, Industriales-Las Tunas, Holguín-Matanzas.
Subserie 10 (18-23 noviembre): Pinar del Río-Mayabeque, Camagüey-Las Tunas, Artemisa-Sancti Spíritus, Granma-Ciego de Ávila, Isla de la Juventud-Cienfuegos, Santiago de Cuba-Holguín, Matanzas-Industriales, Guantánamo-Villa Clara.
Este martes se jugaron solo cuatro partidos, tres fueron decididos y uno se quedó sellado, el encuentro Cienfuegos vs Guantánamo en el estadio 5 de septiembre, con empate a siete carreras en la parte baja de la novena entrada.
¡Vamos a la acción de la tarde! Esto es lo que está siendo tendencia en la 64 Serie Nacional cubana:
Los Cachorros de Holguín ascendieron a la cima sin jugar
No es un error: Holguín no necesitó enfrentar a Artemisa para escalar momentáneamente al primer lugar del standing en esta campaña. El nocaut de los Leñadores 15-3 sobre los Cocodrilos derivó en cambio de lugares:
El promedio de victorias dictó sentencia: Holguín ascendió, Las Tunas sigue acechando la cima y Matanzas cayó al tercer lugar, ligeramente por encima de Industriales. La batalla en esos primeros cinco lugares apenas comienza.
Este inicio de temporada va marcando el mejor paso de Holguín en los últimos 17 años. Hagamos una rápida comparación:
Primeros 40 juegos
Si Holguín vence a Artemisa en el primer juego de la serie este miércoles, los Cachorros igualarían el mejor paso del equipo en la historia durante los primeros 40 juegos de la temporada. La marca está en poder de los Cachorros que dirigió Héctor Hernández en la 48 Serie Nacional (temporada 2008-2009). Holguín aquel año terminó clasificando a la postemporada. Cinco años después, el equipo tuvo tres rachas que parecían suficientes para volver a la “tierra prometida”, pero no lo lograron.
En aquella 48 Serie Holguín estaba seis juegos por debajo del primer lugar, que estaba en poder de los “Naranjas” de Villa Clara (32-8) al mando de Eduardo Martín. Esta vez, con un diferencial mucho menor—solo más-30—, Holguín está liderando la liga tras sobrepasar la mitad de la campaña.
La principal razón por la cual Holguín tiene un diferencial de carreras menor que, por ejemplo, los Toros de Camagüey (más-42), quienes ocupan el lugar número 13 del standing, han sido las averías del pitcheo (5.36 PCL, 11no puesto del ranking) y la defensa (.968 AVGF, 10mo). Entre los primeros ocho equipos de la tabla de posiciones, los Cazadores de Artemisa son los únicos con un diferencial de carreras (14) inferior al de Holguín.
La ofensiva de los Cachorros ha promediado 6.4 carreras por juego en esta temporada, el mayor registro en la historia del equipo durante los primeros 40 juegos de la temporada. Así que aún tenemos algunas preguntas para estos Cachorros dirigidos por Lugdis Pineda: ¿El pitcheo podrá mejorar? ¿Será lo suficientemente efectivo como para mantener a los Cachorros discutiendo en los primeros cuatro puestos? ¿La ofensiva se mantendrá caliente en toda la temporada?
Regrese aquí en un par de semanas. Estaremos al tanto.

Las hachas de los Leñadores fueron implacables contra Matanzas
Esto es lo que salió a la luz pública: “Los Toros de Camagüey no están interesados en ofrecer un puesto en el roster para Henry Quintero”. La noticia sorprendió a muchos, especialmente porque los Toros necesitaban potenciar su ofensiva. Camagüey lidera la liga con promedio de bateo de .344 y es el equipo que menos se poncha (9.2 K%). Podría decirse que la ofensiva ha sido un éxito en esta temporada. ¿Qué tal si hubieran agregado a Henry Quintero?
Realmente no sabemos si habría sucedido lo que hemos visto hasta ahora. En el béisbol nunca se sabe. Pero esto es lo que ha sido un hecho: Quintero ha pegado 7 jonrones y registra 41 remolcadas. Ningún bateador de Camagüey ha sobrepasado las 35 impulsadas en esta campaña.
Hagamos un pequeño paréntesis:
A: .240/.303/.331/.634, 1 HR, 10 CI, 134 PA
B: .178/.191/.311/.503, 1 HR, 9 CI, 47 PA
C: .321/.363/.504/.867, 7 HR, 41 CI, 146 PA
Creo que ya te imaginas por dónde voy. Hace un par de minutos te conté sobre el Jugador C. Pero resulta que el Jugador A y el Jugador B también fue Henry Quintero. Ese fue su deficiente rendimiento antes de salir de Cuba con el sueño de llegar a las Grandes Ligas.
Tal vez los Toros se guiaron por la versión anterior de Quintero, que se redujo a dos temporadas, las Series 53 y 54, sin poder mostrar ninguna proyección sobre su poder. Es cierto que la liga tenía otro nivel hace 12 campañas, pero Quintero regresó este año. Fue acogido en Las Tunas y lidera el equipo con 41 remolcadas, dos más que Yosvany Alarcón.
Lo que más llama la atención, aunque no sorprende, ha sido la expansión de su poder. En tres años dentro del circuito de Ligas Menores, Quintero esculpió línea de .270/.316/.374/.690. Conectó solo dos jonrones en 364 apariciones al plato. Rara vez solía caminar (se tomó 77 ponches y registró solo 15 boletos). Como ves, su poder fue ultralimitado. Todo esto nos ayuda a comprender parte de las notables limitaciones del pitcheo de la Serie Nacional actual. Pero ese es solo un punto de análisis para indagar de dónde proviene el derroche de poder de Quintero.
Y ahora, lo más importante es que los Leñadores encontraron a otro bateador de poder para su tanda aniquiladora de lanzadores. Quintero sonó dos jonrones este martes y remolcó tres carreras. El primer bombazo puso el marcador con ventaja por 8-1 para los Leñadores en el segundo inning. El siguiente cohete a la carpintería que está detrás del left field llegó en el quinto y aumentó la ventaja tunera, 15-2.
Yordanis Alarcón también sacudió un vuelacercas (llegó a 8 y se convirtió en el líder del equipo) y empujó cuatro carreras. El talentoso shortstop de los Leñadores, Luis Antonio Pérez, pegó de 3-3 y anotó tres carreras. El núcleo de bateadores del segundo al sexto en el lineup remolcó las 13 carreras de Las Tunas. El zurdo Yamichel Pérez permitió seis carreras y el bullpen otras nueve. Nadie podía resistir. No por esta vez.
Hay algo curioso en los últimos cinco partidos que han jugado Matanzas y Las Tunas. En todos, contando el de este martes, el ganador ha anotado al menos 11 carreras:
MTZ 18, LTU 8
MTZ 16, LTU 6
MTZ 14, LTU 12
LTU 11, MTZ 1
LTU 15, MTZ 3
Y, bueno, parece que los Leñadores van por dar un giro positivo en esa tendencia. Anier Pérez lanzó cinco entradas donde permitió dos carreras y eso fue suficiente para llevarse el éxito. La alineación de Matanzas ha tenido bajas notables, lo cual ha derivado en una baja producción de carreras. Los Cocodrilos han perdido seis de sus últimos 10 juegos, y esta parece ser una semana complicada para el pitcheo contra la alineación de Las Tunas.
Hay muchas maneras de perder, pero los Cocodrilos están pasando por rachas frustrantes. Cuando anotan primero, el hit clave desaparece. Cuando tienen ventaja, la ofensiva se queda congelada. Últimamente ha dado la impresión de que las únicas esperanzas de producir carreras aparecen cuando Luis Sánchez o Eduardo Blanco están cerca de subir al plato. La semana pasada se unió el novato Brayan Peña, quien remolcó cinco carreras y pegó par de dobles. Sin embargo, el resto de la alineación terminó promediando .197 con corredores en posición anotadora.
Solo con un pitcheo sólido y una defensiva de élite es posible ganar así. Los Cocodrilos han exhibido uno de los mejores staffs de lanzadores de la liga y lucen la mejor defensa (.980). Esta semana estarán a prueba con la difícil serie en tierra de Leñadores. Y ya vimos el primer resultado.
74 vs 74... ¿Realmente qué significa?
Antes de llegar a los dos lanzamientos que le costaron el juego a los Toros, los errores en el corrido de bases y una tanda ofensiva que dejó a 11 corredores en circulación, hablemos un minuto sobre el Balance de Calidad.
¿A qué nos referimos con Balance de Calidad? Normalmente, suele ser el resultado del TQB, la fórmula que actualmente se usa para definir qué equipos avanzan tras un empate múltiple. No es más que la cantidad de carreras anotadas entre los innings a la ofensiva que jugó el equipo, y las permitidas entre los innings a la defensiva. Pero aquí hablaremos sobre el contraste de algo mucho más simple, que es el diferencial de carreras.
No sé si ya lo notaste, pero con la victoria de este martes por 3-1 ante los Toros, Industriales mejoró su diferencial de carreras a más-74. Con ese registro, empató junto a Santiago de Cuba como líderes de la liga. No veo el diferencial de carreras como una estadística ‘súper interesante’, pero tampoco deberíamos obviarla. Es un índice más. Bien, lo interesante es cómo puede darnos algunas pistas sobre cómo juega un equipo o cómo se las ha arreglado para vencer al contrario. Mira, Santiago de Cuba lo ha logrado anotando una astronómica cantidad de carreras (330). Han sido, hasta ahora, la única ofensiva capaz de superar las 300 carreras anotadas.
Promedian 8.9 carreras anotadas por partido. Ese es el récord estacional de un equipo en la historia durante sus primeros 40 juegos. Las Avispas han jugado 37. Si se mantienen sobre 8.8, el récord anterior, que estaba en poder del team de Metropolitanos de la 35 Serie Nacional, entonces serán los nuevos dueños de la marca.
Sí, 8.9 carreras por partido es un escándalo. Lo nunca visto. Pero aquí viene el bumerán: Santiago de Cuba promedia solo 2.0 carreras de diferencia. O sea, como ya sabes, anota mucho, pero también permite una exorbitante cantidad de carreras. Aquí viene el otro giro de 180 grados: Industriales también tiene un diferencial de más-74. ¿Cómo puede ser?
Es una matemática simple: han anotado 238 y permitieron 164. El martes, solo una en nueve entradas. Así que tenemos dos líderes igualados con más-74, pero en realidad, eso no nos dice mucho sobre quién debería obtener más puntos de calidad. Se supone que Industriales, por tener un equilibrio aceptable entre anotadas y permitidas. Pero las Avispas tienen el mismo resultado. Y aquí es donde quería llegar: resultado. En el béisbol, eso es todo.
Ganar juegos. No importa si es anotando y permitiendo más carreras de lo normal. No importan las diferencias. Importa ganar, y punto.
Así pues, Industriales ganó. Fue un juego rápido, de apenas 2 horas y 21 minutos. No podríamos decir que los Azules golpearon al zurdo Rodolfo Sorís toda la tarde. No cuando sabes que los oponentes elevan la pelota en un 66% contra Sorís, y consiguen un jonrón cada 15 elevados.
En el silencio que siguió al último out del séptimo inning, solo el polvo flotaba sobre el montículo donde Rodolfo Sorís de Camagüey asumía su derrota. El marcador final fue 3-1, una victoria para Industriales. Pero ese corto resumen final no reflejaba la batalla. Sorís había lanzado uno de sus mejores juegos, pero en el béisbol, a veces, dos swings bastan. Eso fue el final, pero no toda la historia.
Ángel Alfredo Hechavarría golpeó un jonrón solitario en el cuarto y, una entrada más tarde, Ariel Sánchez repitió la dosis con Peñalver en circulación. Dos jonrones. Tres carreras. Suficiente. Camagüey lo atacó al pitcheo de los Leones con furia, acumulando once hits, pero chocó una y otra vez con el muro azul.
Yordanis Samón, en el inicio del quinto, remolcó la única carrera de los Toros en el Coloso del Cerro.
Reemberto Barreto tiró seis entradas donde permitió que nueve corredores llegaran a base, pero anotó solo uno. El bullpen hizo el resto del trabajo: dos innings cubiertos por Misael Fonseca y Frank Herrera para cerrar en el noveno.
Fin de la historia. 3-1.
¡Piratas a la vista!
¿Recuerdas cuando los Piratas iniciaron la temporada con 0-12? Aquello parecía el inicio de una terrible debacle sin precedentes. Desde entonces, han jugado para marca de 12-18, y recientemente han ganado 4 de los últimos 10. Aunque aún navegan en el fondo de la tabla de posiciones, ya no se siente como si cada rival de los Piratas estuviera alistándose para una barrida.
Han luchado los partidos y tienen individualidades que comienzan a destacarse. Andro Carreño es uno de ellos. Después de un duelo 0-0 durante siete entradas, llegaron las carreras en el octavo. Un sencillo de Carreño y error del center fielder Ernesto Álvarez abrieron las puertas del plato para Luis Joendier Balón. Los Tigres empataron el marcador 1-1 con sencillo de Alfredo Ramos en la parte baja de ese mismo inning. De ese episodio en adelante no pudieron volver a anotar ante el diestro Yasnier Garay.
Ciego de Ávila bateó apenas cinco hits y dejaron a 12 corredores en bases. Pero la parte crítica llegó en el inicio del décimo, cuando se combinaron dos errores, un passed ball y otro sencillo clave de Carreño, que sentenció el marcador, 4-1.
Los Piratas tienen los peores índices ofensivos de la liga con .250/.342/.321/.663. Carecen de poder y se han tomado 101 ponches por encima de los boletos. Lo que mejor les está funcionando es el corrido de bases y explotar la velocidad para presionar al contrario. Si no viste el partido, probablemente no creerás que los Piratas ganaron sin extra bases y con una sola remolcada.
¡Así es el béisbol! ¡Piratas a la vista!




















