MLB 2025 | El declive inexorable de Raisel Iglesias
- Yirsandy Rodríguez Hernández
- hace 5 días
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El lanzamiento quedó suspendido en el aire como un presagio. Aquel slider de Raisel Iglesias, que en su apogeo se hundía como una piedra en el río Savannah, ahora flotaba indolente a la altura de la cintura de Trent Grisham. El bateador de los Yankees, cuyo OPS de .699 en 2024 lo situaba entre los más discretos de la alineación, conectó a 107.5 mph hacia las gradas del right-center. El grand slam del 19 de julio no solo rompió el empate en Truist Park; fracturó definitivamente la ilusión de que Iglesias pudiera seguir siendo el cerrador dominante de antaño.
Este momento catastrófico no fue un accidente aislado, sino el punto álgido de una tendencia preocupante. El slider de Iglesias, que en 2023 permitía un promedio de apenas .056, ha sido golpeado a .429 en 2025, con un astronómico slugging de 1.286. Los datos de seguimiento explican por qué: ha perdido 1.5 pulgadas de caída vertical respecto a su mejor versión, transformando un lanzamiento que antes generaba swings fallidos en uno plano y predecible. Esta merma técnica ha obligado a Iglesias a reducir drásticamente su uso (solo 13.8% en 2025 frente al 30.8% en 2021), privándolo de su identidad como lanzador.
Hagamos una rápida mirada a varias métricas en contexto. Este análisis expone la anatomía de su crisis en el montículo:
El colapso en tiempo real: De Arma Letal a “Liability”
La secuencia ante Grisham fue un microcosmos de su temporada:
1. Slider 1: 0-0, lanzado a 84.1 mph, 1.8 pulgadas menos de caída vertical que su promedio 2021-23. Grisham lo dejó pasar.
2. Fastball: 1-0, 94.7 mph (centrada), foul.
3. Slider 2: 1-1, 83.9 mph, ubicado 6.3 pulgadas más alto que su ubicación ideal en 2021. El resultado: 412 pies de vuelo.
Este episodio elevó su ERA a 5.12, pero las métricas avanzadas pintan un cuadro más sombrío:
- xERA de 3.79 sugiere mala suerte, pero su xwOBA contra (.314) es la peor desde 2018.
- Barrel% (12.0%) duplica su marca de 2023 (6.8%). Los bateadores no solo conectan; lo destruyen.
Matriz de una caída: Las tres heridas mortales
1. El slider fantasma
- 2018-21: .170 AVG, .290 SLG permitido, 41% whiff rate.
- 2025: .429 AVG, 1.286 SLG, 23% whiff rate.
La pérdida de 1.5" en caída vertical lo ha convertido en un lanzamiento híbrido: ni curva ni slider, sino un “slurve” sin definición que los bateadores identifican con 0.23 segundos de antelación (vs. 0.18 en 2021).
2. La Fastball sin autoridad
Mantiene 94.6 mph (-0.9 vs 2021), pero:
- Zona %: 46% (vs. 54% en 2020).
- SLG permitida: .487 (+.172 vs 2021).
Los rivales la golpean con 88.3 mph de EV (+2.1 vs 2021), especialmente cuando queda arriba (como la que Judge conectó a 112.4 mph el 12 de julio).
3. La crisis de identidad
Ha reducido el uso de su slider del 30.8% (2021) al 13.8%, reemplazándolo con:
- Slider (13.8%): Golpeado con 1.286 SLG y 61.5% Hard-Hit.
- Changeup (30.4%): .458 SLG permitido.
Sin un lanzamiento putaway, su K% cayó al 26.8% (vs. 37.7% en 2021).
El ojo del huracán: ¿Por qué los bateadores leen mejor sus pitcheos?
Los datos de Plate Discipline revelan patrones alarmantes:
- O-Swing%: 31.9% (más bajo desde 2020 vs. 36.5% en 2022). Los bateadores ya no muerden fuera de zona.
- Z-Contact%: 79.8% (máximo desde 2023 y 2016). Cuando entra en zona, lo golpean.
- SwStr%: 14.9% (vs. 20.6% en 2021). Menos swings y misses.
Las raíces del problema: Mecánica vs. Desgaste
1. Release Point: 1.3" más bajo que en 2021, reduciendo el ángulo de ataque.
2. Spin Efficiency: 82% en el slider (vs. 89% en 2021). Menos rotación pura, menos movimiento.
3. Velocidad de Brazo: 6.7 ft/s de aceleración (vs. 7.1 en 2021), según biomecánicos.
Las tendencias conforman un arsenal que ha perdido su jerarquía:
- 2021: Slider (1°), Fastball (2°), Changeup (3°).
- 2025: Changeup (1°), Sinker (2°), Slider (3°).
El contexto histórico: Comparaciones que alarman
Al contrastar con otros cerradores veteranos que han batallado contra el declive:
- Craig Kimbrel (2019): Perdió 1.2" en su curva, ERA subió de 2.74 a 6.53.
- Aroldis Chapman (2022): Fastball perdió 1.7 mph, BB/9 subió de 4.5 a 7.3.
Iglesias sigue el mismo patrón: -1.5" en slider, +0.9 en BB/9. Este año, la recuperación de su compatriota Chapman ha sido sensacional con los Red Sox.
El factor edad: ¿Punto de no retorno?
A sus 35 años y con 572 IP en el brazo desde 2015, los indicadores físicos son preocupantes:
- Spin Rate: 2,350 rpm en slider (-185 vs 2021).
- Extensión: 6.1 ft (-0.3 vs 2021), reduciendo percepción de velocidad.

Su slider ya no evade los swings de sus oponentes, su fastball ya no asecha, y los bateadores lo saben. El grand slam de Grisham no fue un accidente: fue la confirmación de una tendencia inexorable. Pero la crisis del slider se ha convertido en el virus que ha contaminado todo su arsenal. Para compensar, ha incrementado el uso de su sinker (24.5% en 2025), pero este ha sido golpeado con un SLG de .300. Su recta, aunque mantiene velocidad (94.6 mph), sufre por ubicación: solo el 46% de sus lanzamientos rápidos entran en la zona, la tasa más baja desde 2016. La consecuencia es un aumento de conteos favorables a los bateadores, evidenciado por su caída en porcentaje de primeros strikes (64.8%, cerca del mínimo de su carrera). Sin su arma letal, el slider, para cerrar episodios, los rivales prolongan turnos al bate y fuerzan errores de comando.
Las métricas globales esbozan un retrato de declive. Su porcentaje de whiff (31.3%) es el más bajo desde 2018, y el porcentaje de barrels permitidos (12.0%) triplica el de 2024 (4.0%). Su slugging (.487) y wOBA permitido (.339) son los peores de su carrera en una temporada completa. Detrás de estos números hay un problema de calidad de contacto: la velocidad de salida promedio de los bateadores ha subido a 88.3 mph (+2.1 mph vs. 2021), indicando que los rivales no solo conectan más, sino con mayor fuerza.
La situación contra Grisham ejemplificó esta espiral. Tras cargar las bases con un doble de Goldschmidt, una caminata intencional a Judge (comprensible) y cuatro lanzamientos fuera de zona a Stanton (menos justificable), Iglesias estuvo a punto de escapar gracias a una línea out de Chisholm que fue devorada por el tercera base Nacho Álvarez Jr. Pero al enfrentar a Grisham, su falta de confianza en el slider y la falla mecánica en el lanzamiento decisivo convirtieron un escape posible en un desastre histórico. Que fuera Grisham—un bateador con más ponches que hits en su carrera—quien lo castigara añadió ironía a la tragedia.
La pregunta ahora es si un lanzador de 35 años puede reinventarse. El velo de invencibilidad que mantuvo durante sus 11 apariciones anteriores (0 carreras) se rasgó de manera brutal. Su desafío ya no es solo recuperar un lanzamiento, sino reconstruir una mentalidad de cerrador en medio de un arsenal fracturado. El grand slam de Grisham no definió una temporada, pero sí expuso sin clemencia la fragilidad de un pitcher cuya mayor batalla se libra dentro del montículo.
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