MLB 2025 | A los 37 años: ¿Cómo ha evolucionado Aroldis Chapman para mantener su dominio?
- Yirsandy Rodríguez Hernández
- hace 5 horas
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Actualizado: hace 4 horas
El aire de esperanzas aún abrazaba a la fanaticada de los Marineros en T-Mobile Park, cuando Aroldis Chapman, el hombre que alguna vez hizo del radar su juguete favorito, se preparó para escribir otro capítulo de su improbable renacimiento.
Tres bateadores enfrentados. Tres ponches. Esa fue la actuación anoche del cubano Aroldis Chapman para conseguir su 13er salvamento de la temporada en la victoria por 2-0 de los Red Sox en Seattle.
Fue el primer juego con tres bateadores enfrentados y tres ponches de Chapman desde el 21 de agosto del año pasado, cuando lanzaba para Pittsburg y ponchó a tres oponentes de los Rangers de Texas en la octava entrada. Ahora Chapman ha registrado 48 juegos con 3-K de 3-BE a lo largo de su carrera, incluyendo al menos un relevo en cada una de sus 16 temporadas. Seguro te preguntarás si es el Rey del juego entre los relevistas que más han logrado “tres strikeouts de tres oponentes enfrentados”.
Aquí tienes la respuesta:
Mejores porcentajes
Craig Kimbrel (2010-2025): 52
Aroldis Chapman (2010-2025): 48
Edwin Díaz (2016-2025): 36
Emmanuel Clase (2019-2025): 36
Emilio Pagán (2017-2025): 36
Billy Wagner (1996-2010): 32
Bob Howry (1998-2010): 32
Bob Wickman (1993-2007): 32
Boone Logan (2006-2018): 32
Kenley Jansen (2010-2025): 30
Como puedes ver, Kimbrel aún lidera a los relevistas con 52 juegos, pero tiene bien cerca a Chapman (48). Edwin Díaz y Emmanuel Clase están un poco alejados, aunque aún tienen algunas temporadas por delante. De ellos dos, solo Edwin lo ha vuelto a hacer este año. Por cierto, el relevista de los Twins, Griffin Jax, ha sido el líder con cuatro juegos en esta campaña.
Volviendo al duelo Kimbrel vs Chapman, este es un punto interesante: Kimbrel ha registrado 36 juegos más con tres bateadores enfrentados que Chapman.
Ahora, siendo justos, deberíamos decidir esto por el porcentaje. Si lo hacemos así, entonces mira lo que sucede. La lista de relevistas con al menos 200 juegos de tres bateadores enfrentados cambia completamente. Recuerda que estamos ordenando el ranking por el mayor porcentaje de juegos con 3 BF y 3 K:
Aroldis Chapman (2010-2025): 15.2%, 316 G.
Bob Wickman (1993-2007): 15.2%, 211 G.
Craig Kimbrel (2010-2025): 14.8%, 352 G.
Bob Howry (1998-2010): 14.5%, 221 G.
Billy Wagner (1996-2010): 10.0%, 323 G.
Héctor Neris (2014-2025): 9.4%, 213 G.
Ryan Pressly (2013-2025): 9.4%, 203 G.
Greg Holland (2010-2022): 9.3%, 205 G.
Armando Benítez (1995-2008): 9.2%, 229 G.
Kenley Jansen (2010-2025): 9.1%, 333 G.
Chapman asciende al primer lugar con ese impresionante 15.2%, y Kimbrel descendió al tercero, aunque su porcentaje de 14.8% sigue siendo sensacional. La historia que te cuentan estos números es fascinante, ya que no es nada fácil dominar a tres de tres, y mucho menos ponchando a cada bateador. Veamos la lista a la inversa:
Peores porcentajes:
Mark Melancon (2009-2022): 3.6%, 281 G.
Sergio Romo (2008-2022): 3.8%, 293 G.
Mike Timlin (1991-2008): 3.9%, 287 G.
LaTroy Hawkins (2000-2015): 4.1%, 299 G.
Fernando Rodney (2002-2019): 4.1%, 294 G.
Eddie Guardado (1993-2009): 4.1%, 269 G.
Mike Stanton (1989-2007): 4.1%, 269 G.
Arthur Rhodes (1996-2011): 4.2%, 241 G.
Todd Jones (1993-2008): 4.4%, 254 G.
Mariano Rivera (1996-2013): 4.5%, 379 G.
¿Mariano Rivera, Mark Melancon, LaTroy Hawkins, Fernando Rodney, Mike Stanton y Sergio Romo? Hay grandes relevistas en esa lista. Lanzadores que fueron muy dominantes, pero de una forma diferente. La historia demuestra que no solían imponer la velocidad o el giro para poner fuera a sus rivales con strikeouts. De cualquier manera, lo importante para un relevista es mantener el empate o la ventaja en el marcador y evitar que sus corredores heredados anoten.
Luego, cada uno de ellos tiene una forma peculiar para obtener esos últimos tres outs. Ponchar requiere de al menos tres lanzamientos. Mariano Rivera hizo historia llegando al Salón de la Fama lanzando básicamente un solo pitcheo: el cutter. Aunque no ponchó al ritmo de Chapman o Kimbrel, consiguió grandes outs haciendo a los bateadores conectar rodados tan endebles que podían atraparse sin el guante.
Del otro lado, Chapman y Kimbrel han traído otra gran sensación al juego: el strikeout. La expectativa de que vendrá otra bola rápida ardiente, y otra, y otra, y el bateador no podrá hacer más que hundirse en la caja de bateo con un swing y fallo.

Aroldis Chapman: El renacido
Chapman terminó la noche con 13 pitcheos, 10 de ellos fueron bolas rápidas mezclando su misil de cuatro costuras con una sinker humeante. Su compatriota Randy Arozarena fue el primer oponente. Chapman comenzó con una bola rápida de cuatro costuras a 96 mph para el primer strike. Volvió con una sinker de 97 en el medio de la zona de strike y Arozarena se fue con otro swing y fallo. Subió a 100 mph con una sinker alta que terminó siendo la primera bola. En cuenta de 1-2, Chapman tiró una sinker de 99 mph en el tercio alto de la zona de strike. Randy ‘abanicó 42 minutos después’ y se ponchó. Un out.
Chapman ponchó al emergente Dylan Moore con cinco pitcheos, y luego a Donovan Solano. Sus tres oponentes se combinaron para ocho swings. Chapman registró siete swings y fallos.
Solano logró el único contacto, un foul contra una sinker de 102 mph en cuenta de 0-2, el lanzamiento más veloz que tiró Chapman anoche en T-Mobile Park. El siguiente pitcheo de Chappy fue un splitter de 93 mph que exterminó a Solano.
Sinker+Splitter. Otra vez, esa fue la mezcla perfecta que funcionó para Chapman, quien terminó su 33er relevo de la temporada con efectividad de 1.50.
Y esa es una de las historias más interesantes que está protagonizando Chapman a sus 37 años: su efectividad no bajaba de 2.00 desde 2016, cuando lanzó para 1.55 en 59 juegos relevados. Aquel año Chapman registró efectividad de 2.01 en 31 salidas con los Yankees, y luego mejoró a un dominante 1.01 en 28 apariciones como cerrador de los Cubs.
Como recordarás, fue campeón de la Serie Mundial con los Cachorros de Chicago, y al año siguiente regresó a los Yankees.
Si prefieres no dar crédito a la efectividad tradicional puedes explotar una comparativa sobre el xERA:
2025: 2.33
¿Última temporada con menos de 2.33 xERA?: 2016, 2.01.
Ahí puede ver la comparativa: el xERA de Chapman este año también ha sido el mejor de su carrera en la última década. También podríamos ver un par de estadísticas interesantes que están mostrando el control de Chapman sobre la oposición:
BB%: 7.8 (el más bajo de su carrera, 6.9% por debajo de la tasa de 14.7% el año pasado)
BB%+H%: 21.7 (el segundo más bajo de su carrera, detrás del 21.0 de 2012)
BB%+HR%: 9.6 (el segundo más bajo de su carrera, detrás del 9.0 de 2016)
Elegí dos estadísticas claves, que demuestran las mejorías de Chapman en cuanto a los números verdaderos: caminatas y jonrones permitidos. Ahí puedes ver las diferencias notables: Chapman está registrando la tasa de caminatas más baja de toda su carrera con apenas 7.8, 47% menos que el año pasado.
Ese ha sido un gran punto de giro, evitar que los oponentes lleguen a bases. Luego, su porcentaje de ponches ha estado allí, y también ha reducido las bolas puestas en juego: los oponentes están promediando 65% de contacto en la zona de strike este año, 11.3% menos que en la pasada campaña (76.3).
Este renacimiento suena aún más interesante cuando ves cómo Chapman ha construido su nueva versión a los 37 años: ha conseguido strike con el primer pitcheo en el 71.3% contra sus oponentes. Su mejor registro había sido 62.5% en 2017, 8.8% de diferencia. Eso ha podido ser posible en gran medida por la mezcla de sus pitcheos. He escrito mucho sobre esto: puedes lanzar la bola rápida más veloz del universo—y, de hecho, Chapman la ha lanzado—, pero todos los lanzadores necesitan pitcheos secundarios.
Después de 15 temporadas y toda una vida viviendo de su acechante bola rápida, Chapman ha dado el giro para sobrevivir en las Grandes Ligas. Los resultados no podían ser mejores: por segunda vez en su carrera, está concentrando menos del 50% de sus strikeouts con otros pitcheos que no son bolas rápidas. La mezcla ha funcionado de tal manera que Chapman tiene un 47.6% de sus 42 ponches este año con su bola rápida de cuatro costuras. El 52.4% restante se reparte entre su sinker (19%), la slider (19%) y el split-finger (14.3%).
La última vez que Chapman no registró más del 50% de sus ponches con un solo pitcheo fue con los Yankees en las temporadas de 2021 y 2022. En siete de las 11 temporadas anteriores Chapman siempre consiguió al menos el 63% de sus ponches con sus bolas rápidas. Tuvo temporadas tan predecibles como 2015 (80.3%) y 2012 (82.8%), donde ponchó a más del 80% de sus oponentes imponiendo la aterradora velocidad de su bola rápida.
Y ese es el punto de giro aquí: siempre que los bateadores han llegado a dos strikes contra Chapman, el mundo entero sabía que el siguiente pitcheo iba a ser una bola rápida. No ha sido así últimamente: Chapman está lanzando este año un 16.3% sus pitcheos fuera de velocidad en conteos de dos strikes, más que sus pitcheos rompientes (11.8%). Esa tendencia ha cambiado la perspectiva de los bateadores, y parte del éxito de Chapman ha estado allí: está siendo menos predecible.
Ahora su bola rápida está mejor protegida, mientras su mezcla genera más dudas contra la oposición. Sigue siendo el arma letal, pero la está usando con astucia. Los números hablan por sí solos:
Temporadas con al menos 35 enfrentamientos que terminaron con una bola rápida
Promedio de bateo de la oposición:
2025: .086 (3-for-35), 53 K%
2024: .182 (16-for-88), 53 K%
2023: .095 (7-for-74), 74 K%
Mientras Chapman se ha concentrado para hacer más pitcheos de calidad, lanzar más strikes y no necesariamente ponchar más, su rendimiento ha dado un giro inesperado que está contribuyendo a la recuperación de los Red Sox.
Por supuesto, aún estamos terminando la primera mitad de la temporada. Pero ver este progreso en el rendimiento de Chapman a sus 37 años ha sido una de las historias de superación más reconfortantes este año en las Mayores.
Ahora nos quedan un par de preguntas: ¿Mantendrá Chapman este ritmo dominante? ¿Terminará en los Red Sox? El tiempo—ese viejo amigo de los lanzadores—nos dirá.
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