64 SNB | Los Gallos buscan la barrida ante los Leones en el Coloso del Cerro
- BaseballdeCuba

- 9 oct
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En la soledad resonante del Latinoamericano, donde el eco de cada lanzamiento se sentía como un latido, los Gallos de Sancti Spíritus libraron una batalla que definió más que un juego: definió carácter.
Su victoria de 3-1 sobre Industriales no fue un espectáculo de fuegos artificiales, sino una lección magistral de cómo se ganan los partidos ajustados. Una lección que hoy intentarán repetir para completar una barrida en la serie de mitad de semana que afirmaría su posición como serios contendientes.

El duelo entre los abridores José Isaías Grandales y Pavel Hernández fue el epítome del pulso de pitcheo. Industriales marcó primero en el opening, pero Grandales, con la frialdad de un veterano, se rehízo inmediatamente. El diestro de los Gallos tejió una joya de siete entradas, permitiendo solo cuatro hits y conteniendo a una alineación azul que suele ser letal en su casa. Mientras, Hernández navegó con destreza entre la presión, dejando a 14 corredores gallos en base pero limitando el daño a una sola carrera. El marcador, empatado 1-1, pendía de un hilo, un tenso equilibrio que solo se rompería cuando la paciencia superara al poder.
Esa ruptura llegó en la octava entrada, y fue una obra de arte en disciplina pura. Con el relevista Frank Herrera en el montículo, los Gallos manufacturaron la carrera del desempate sin conectar un solo hit. Una base por bolas, un toque de sacrificio y tres boletos más—el último otorgado a un paciente Frederich Cepeda con las bases llenas—fueron la causa de esta anotación. Los Gallos demostraron enfoque en el plato, justo en el momento que lo necesitaban, cuando el pitcheo de los Azules perdió la zona de strike.
Para dejar el resultado fuera de toda duda, Lázaro Fernández, silenciado hasta entonces, haló a gusto y conectó un jonrón solitario en la novena entrada ante Juan Xavier Peñalver. Fue un golpe psicológico, una exclamación que arrebató cualquier atisbo de esperanza de remontada. El cerrador Yankiel Mauris aplicó luego el candado, retirando al corazón de la alineación de Industriales en orden para sellar una victoria que habló de fortaleza mental y ejecución impecable.
Todo en juego para el Juego 3
El triunfo de ayer no significó solo una remontada más para Sancti Spíritus: es el fundamento sobre el que se construye el partido de hoy. Para los Gallos, el escenario es un arma cargada. Llegan con la confianza de saber que pueden vencer a Industriales en su propia madriguera en un juego de garra y detalles. Su pitcheo demostró ser capaz de domar a la ofensiva azul, y su bateo probó que no necesita derroche de poder aislado para generar carreras decisivas.
Una victoria hoy les daría la barrida en la serie de mitad de semana, un logro que resonaría en la tabla de posiciones y en la psicología de ambos equipos.
Para Industriales, en cambio, hoy es una prueba de fuego. Perder un juego tan ajustado, definido por su propia falta de bateo oportuno y la implacable disciplina de los Gallos, es un golpe duro. Jugarán con la presión añadida de evitar la barrida en casa, una circunstancia que pondrá a prueba su resiliencia y la capacidad para dejar atrás un desenlace amargo.
La historia de ayer se escribió con lanzamientos precisos, bases por bolas oportunas y un jonrón solitario. La de hoy promete la misma intensidad, pero con un premio mayor en juego. Los Gallos buscan la barrida que consolide su campaña. Industriales, la reivindicación que les devuelva el aliento, especialmente por esta razón: han perdido 8 de sus últimas 11 decisiones contra los Gallos en el estadio Latinoamericano. El escenario está listo para otro capítulo de esta rivalidad, donde, una vez más, los detalles podrían ser los verdaderos protagonistas.




















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