El regreso de Néstor Cortés Jr.
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El regreso de Néstor Cortés Jr.




Nasty siguió con la vista el elevado al left field de Greg Allen, quien haló una bola rápida de cuatro costuras que se quedó peligrosamente ubicada sobre lo alto de la zona de strike.


El novato de los Yankees, Oswaldo Cabrera, realizó una gran atrapada en lo profundo del left field, devorando el fly ball de 360 ft conectado por Allen. Nasty bajó sus dos manos y suspiró, ya que, a primera vista, el batazo producido a 95.8 mph parecía llevar todas las etiquetas de un Grand Slam. Sin embargo, la espectacular atrapada de Cabrera, desplazándose en sentido contrario de su mano enguantada, convirtió la jugada en un elevado de sacrificio.


Con dos outs y los Piratas delante 1-0 en su primer juego de visita al Yankee Stadium, Nasty dominó a Jason Delay para cerrar una entrada donde las complicaciones lo llevaron a utilizar 26 pitcheos. Cortés Jr. retiró la parte alta del quinto inning sin contratiempos, y cerró su apertura con cinco entradas sólidas, exhibiendo progresiones en el spin rate promedio de todos sus lanzamientos utilizados:


—4-Seam Fastball: 60.0 ↑ (RPM)

—Slider: 127.0 ↑ (RPM)

—Cutter: 45.0 ↑ (RPM)

—Changeup: 63.0 ↑ (RPM)

—Sinker: 40.0 ↑ (RPM)

Data: Savant Baseball


Luego de su tercera apertura tras regresar de la lista de lesionados durante una emocionante noche donde Aaron Judge bateó su jonrón número 60 de la temporada, Cortés Jr. ha permitido sólo cuatro carreras limpias en 14 innings (2.57 PCL). Tiene 13 strikeouts, solo cuatro bases por bolas y ha limitado a sus oponentes a línea ofensiva de .196/.255/.255, sin jonrones admitidos frente a 56 bateadores. De sus cuatro ponches este martes, dos fueron ubicando su cutter, una de las principales armas que han ayudado a Cortés Jr. a establecerse en la rotación de los Yankees.


Antes de los partidos de este martes, el cutter de Nasty era el segundo mejor calificado en promedio de bateo permitido entre lanzadores calificados este año:


Entre el reducido grupo de 17 lanzadores que han cerrado al menos 150 apariciones usando el cutter contra sus oponentes, Cortés Jr. ha admitido el tercer xBA más bajo (.229), y acumulaba antes de este martes la cuarta tasa de strikeouts (22.3%).


“Nunca dejé de lanzar [mientras estaba en la lista de lesionados], así que realmente no tengo que recuperarme”, dijo Cortés Jr. al New York Times tras su regreso a la rotación neoyorquina, luego de poco más de dos semanas en la lista de lesionados. Cortés Jr. señaló que “aumentó su velocidad a 92-94 mph en algunos lanzamientos, lo cual era su propósito durante los juegos”.


Cortés Jr., quien fue descartado por los Orioles de Baltimore de 2018—un equipo que perdió 115 juegos—, y hace tres años los Yankees lo habían intercambiado con los Marineros de Seattle, ahora está de regreso en el Bronx, generando expectativas como uno de los principales lanzadores en la rotación de New York. A solo 15 partidos de terminar la temporada regular, los Yankees necesitan que Cortés Jr. esté saludable y el efecto de sus lanzamientos continúe impactando de cara a la postemporada.


En la apertura de este martes, la velocidad de Nasty subió hasta las 94.4 mph con su bola rápida de cuatro costuras. Al final, sus 30 pitcheos (4-Seam Fastball) se mantuvieron en 92.6 mph, 0.8 mph sobre el promedio (91.8) que ha sostenido este año. De cualquier manera, la gran historia en el salto al estrellato de Nasty Néstor Cortés Jr., ha sido su capacidad para dominar sin depender aparentemente de la velocidad de su bola rápida.



A decir verdad, y eso tenemos cómo probarlo con varias métricas, la sagacidad de Cortés Jr. tiene todo el crédito aquí. Su mezcla de bola rápida de cuatro costuras, slider, cutter y changeup, lanzamientos dotados de fino comando, fortifican su repertorio. Y, por supuesto, es imposible dejar pasar desapercibido su principal atracción: cada wind up extravagante, sorprendente, único, desestabilizador, y el bigote que lo define como uno de los rostros más divertidos del béisbol por estos días.



Todo ha encajado perfectamente y, en apenas un par de temporadas, Nasty se ha convertido en un as dentro de la rotación abridora de los Yankees.


Los números de dominio están ahí, y cada día lucen más sensacionales: especialmente contra bateadores zurdos, Cortés Jr. ha sido intratable. Tras enfrentar a 79 oponentes, acumula una tasa de 10.3 K/9 y los ha limitado a sólo .362 OPS.*


*Te parecerá una locura y, en verdad, registra menos rivales enfrentados, pero su dominio roza la hegemonía de los legendarios Yankees Ron Guidry y Whitey Ford contra los bateadores zurdos de sus respectivas épocas.


Entonces, ya sabes por qué los Piratas colocaron un line up con un solo bateador zurdo, Oneil Cruz, quien tomó 14 pitcheos de Cortés Jr. y dibujó par de bases por bolas, la segunda para llenar las almohadillas en el inicio del cuarto inning. Obviamente, cualquier manager u oficina puede desafiar la analítica, pero ubicar múltiples zurdos en una alineación contra Cortés Jr., parece un suicidio en estos tiempos. He aquí un oportuno recuerdo: Nasty le permitió un jonrón de dos carreras a Josh Naylor de Cleveland el 23 de abril pasado, el único bambinazo y solo dos carreras impulsadas por un bateador zurdo contra Cortés Jr. esta temporada.


Nasty ha mantenido a los zurdos en un promedio de bateo de .125 (72-9), el tercero más bajo en MLB este año (con un mínimo de 75 bateadores zurdos enfrentados), detrás de Edwin Díaz (.110) y Lance McCullers Jr. (.115).


Ahora retumban en mi memoria algunas de las principales críticas que ha recibido Néstor Cortés Jr. tras irrumpir de manera sorprendente en la élite de los lanzadores durante las últimas dos campañas. “Por un lado, Néstor no lanza lo suficientemente fuerte”, dijo en junio pasado el legendario miembro del Salón de la Fama y ex diestro de los Bravos de Atlanta, Greg Maddux, sobre el as de los Yankees. “Los lanzadores suaves como Néstor fueron golpeados en mi época. Él es más un producto de las filosofías de bateo pobres de esta era que cualquier otra cosa”.


Sobre las llamadas “filosofías de bateo pobres de esta era” y las críticas de Maddux podríamos discutir en otro momento, pero es demasiado evidente que el enfoque de los bateadores en el béisbol ha cambiado considerablemente en los últimos 20 años. Cuando Maddux lanzaba, los shifts defensivos no estaban tan expandidos como en la década más reciente. Esa diferencia parece que destruye el argumento de que a día de hoy no hay bateadores de tanta calidad, y nos recuerda por qué han estallado los llamados “resultados verdaderos”.


Tampoco los managers tenían la misma concepción de juego en cuanto a la utilización del bullpen, otra de las considerables evoluciones durante las últimas dos décadas en MLB. ¿Para un bateador, es tan fácil ajustarse contra tres o cuatro lanzadores en el mismo juego? No, por supuesto. Los abridores ya no suelen ser utilizados por más de cinco entradas o 100 lanzamientos, y luego los lineups tienen que enfrentarse a una oleada de varios relevistas con diferentes repertorios. Ese par de argumentos demuestra por qué esta ha sido una época mucho más difícil para los bateadores.


De cualquier forma, respondiendo a las críticas de Don Maddux, este es el hecho:


1) Cortés Jr. dejó de ser una promesa, aunque probablemente nunca lo fue, ya que los equipos donde recibió oportunidades no esperaban este salto de nivel: pero ahora es una realidad.

2) Los bateadores aún no han podido descubrirlo regularmente, entonces, ¿por qué no dar crédito a su habilidad para mezclar lanzamientos y retar oponentes? Definitivamente, Nasty se ha ganado el respeto.

3) ¿Es tan vulnerable su bola rápida? Los resultados nos muestran otra visión: ha ponchado al 50.6% de sus oponentes, admitiendo sólo .193 xBA.


Con 146 strikeouts este año, Cortés Jr. está a punto de convertirse en apenas el segundo lanzador cubano que poncha a al menos 150 bateadores vistiendo el traje de los Yankees en una temporada de Grandes Ligas. Orlando “El Duke” Hernández ponchó a 157 rivales en 1999, y es justo señalar que José Ariel Contreras (CHW/NYY) retiró por la vía de los strikes a 150 bateadores, pero incluyendo sus actuaciones con los White Sox de Chicago en 2004.


Hace poco más de una temporada, cualquier persona habría sonreído si un visionario del béisbol le hubiese dicho que el cubano Néstor Cortés Jr. se convertiría en uno de los ases de los Yankees. Siendo honesto, aún me siento sorprendido. Pero tampoco habría dado por sentado que el reto era imposible para Nasty Néstor. Y ese es el punto que probablemente Maddux y los críticos de Cortés Jr. no analizan, dejan de decir o no quieren reconocer: si llegaste a las Grandes Ligas, o si incluso estás en camino, ¿por qué no puedes ascender al estrellato? ¿No es posible que alguien desafíe lo que parece inalcanzable?


Para Cortés Jr. y muchos más guerreros del juego nunca hubo límites, así que no importa la magnitud de cada reto: en el béisbol todo es posible. Y ahora Nasty Néstor está de regreso para recordarnos eso.


(Néstor Cortés Jr./GettyImages)


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