Serie Mundial: Yuli Gurriel se ha convertido en una leyenda para los cubanos en todos los tiempos
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Serie Mundial: Yuli Gurriel se ha convertido en una leyenda para los cubanos en todos los tiempos




Yuli Gurriel estaba seguro de que el relevista de los Filis, David Robertson, no entregaría ninguna oferta lo suficientemente cómoda y alcanzable para su swing.


Después de marcar el primer strike con un cutter de 94 mph, que golpeó la zona de strike en la esquina baja exterior, Robertson disparó cuatro bolas consecutivas, dos cutters más y par de sliders. Todos los lanzamientos y el encuadre del cátcher JT Realmuto buscaban el mismo propósito: un swing ineficiente, la ansiedad de un bateador que, si persistía en hacer contacto, golpeara la pelota sin muchas probabilidades de éxito.


Sin embargo, era Yuli Gurriel. Y mencionar ese nombre, especialmente en estos playoffs, es como invocar la leyenda de un hombre cuyo swing ha sido imbatible en el gran escenario anual del béisbol: luego de ver 112 pitcheos en esta postemporada, ningún lanzador ha podido poncharlo.


Así pues, Robertson, quien no se suponía que buscara los últimos tres outs de los Filis en el Juego 1 de la Serie Mundial contra los Astros de Houston, vio caminar a Yuli Gurriel hacia la inicial. Era, entre todas las opciones de los Filis, una de las mejores, aunque se arriesgaron a no lanzar la base por bolas intencional. Con corredores en primera y segunda, el probable empate y la victoria para Houston en el final del décimo inning, era realmente notable la diferencia entre enfrentar a Gurriel y, luego, a su compatriota Aledmys Díaz*, quien fue enviado como bateador emergente.


*Aledmys Díaz fue una especie de “emergente de la esperanza” para el manager de los Astros, Dusty Baker, pues había bateado de 16-1 en sus últimas 18 apariciones al plato en juegos de playoffs.


Robertson lanzó un wild pitch que le dio aún más esperanza a los Astros con par de corredores en posición anotadora. Pero, al final, todo terminó en amenazas. Aledmys Díaz cedió un bounce a tercera, y los Filis vencieron por 6-5 a los Astros, este viernes en el Juego 1 de la Serie Mundial 2022.



¿Cómo Yuli Gurriel se ha convertido en una leyenda?

Para Houston, fue la primera derrota luego de siete victorias consecutivas y par de barridas en esta postemporada, pero a lo largo de la historia, siguieron arrastrando la racha perdedora que ahora ascendió a 0-5 en el Juego 1 de la Serie Mundial.


Durante ese lapso, han perdido sus tres partidos inaugurales del Clásico de Otoño en casa. Sin embargo, está claro que los Astros tienen el poder suficiente para revertir ese primer resultado adverso. De hecho, lo han demostrado desde 2017, donde han ganado el título de la Liga Americana cada año.


Parte de ese gran éxito sin precedentes, ha sido encabezado por tres jugadores especiales que, en el Juego 1 de este viernes, implantaron un nuevo récord combinado en postemporadas: José Altuve, Yuli Gurriel y Alex Bregman iniciaron su partido número 81 con los Astros de Houston.


Esa marca superó el récord que estaba en poder de dos Yankees, el miembro del Salón de la Fama, Derek Jeter, y Bernie Williams, quienes jugaron 79 partidos entre los playoffs de 1998-2003. En el caso de Gurriel, cada hazaña es aún más sorprendente de solo recordar que ha logrado tanto impacto entre sus 32 y 38 años al más alto nivel del béisbol. Por supuesto, seamos honestos, porque esto no es lo que esperas de un jugador de 38 años: durante su 35ta aparición al plato en la actual postemporada, Yuli Gurriel registra promedio de 3.2 pitcheos recibidos y ningún pitcher lo ha ponchado.


Cuando Robertson lanzó su slider hacia la esquina externa fuera de la zona de strike en cuenta de 3-1, Yuli Gurriel dio su primera caminata de esta postemporada en la visita al plato número 340 de su carrera en series de playoffs. Luego de 35 apariciones en home en ocho juegos, Yuli lidera el line up de los Astros con .382 de promedio, .400 OBP y 13 hits, además de cerrar el Juego 1 luciendo el segundo mejor OPS (.959).


En medio de una constante evolución del juego a día de hoy, especialmente durante la última década, cada vez resurgen más lanzadores dominantes en MLB, con armas que suelen ser tan devastadoras como impredecibles. Aun así, el swing de Yuli Gurriel se ha convertido en una leyenda de estos tiempos. Está viendo un promedio de 14 lanzamientos por partido (112 en ocho juegos) en estos playoffs y, más allá de su admirable racha sin ponches, escucha esto: ¡ha fallado sólo dos de sus 59 swings!




Como ves, el 33.8% de esos pitcheos han sido ubicados fuera de la zona de strike, y los únicos swings sin contacto de Yuli Gurriel se registraron en una misma zona: esquina exterior baja, sí, precisamente donde Robertson estuvo lanzándole durante su quinta visita al plato en la noche de este viernes.


Bueno, siempre que detallo este tipo de reportes es imposible no volver a la misma idea: ¿es coherente que el swing de un bateador pueda lograr tales resultados a los 38 años y bajo la ineludible presión de los playoffs?


No es algo que debería estar sucediendo, realmente… pero Yuli Gurriel sigue marcando la diferencia. Para esos lectores audaces que ya preguntaron por Twitter si otro bateador había conseguido una racha similar sin ponches en los playoffs de las Grandes Ligas, esta es la respuesta: incluyendo a Yuli Gurriel, ha habido sólo siete bateadores que han viajado al menos 35 veces consecutivas por el plato comenzando una postemporada sin poncharse.


Siete, camino a la edición número 118 de la Serie Mundial. El más reciente antes de Yuli Gurriel fue hace un par de décadas, el intermedista de los Cardenales de San Luis en 2002, Fernando Vina, cuando registró 40 PAs y un OBP de .400. En el otoño de 2002, Yuli Gurriel tenía 18 años y estaba preparándose para jugar su segunda Serie Nacional en Cuba, tras debutar con los Gallos de Sancti Spíritus en la temporada de 2002.


Antes de Vina, el único bateador con al menos 38 años y ningún ponche a lo largo de los playoffs fue Doc Cramer, de 39 años, quien registró 31 PA con los Tigres de Detroit en 1945*.


*Doc Cramer bateó .296 de promedio y 2.705 hits durante una carrera de 20 años en las Mayores, sus siete primeros con los Atléticos de Filadelfia, y sus últimos siete jugando para los Tigres de Detroit. En 2019, Cramer ocupaba el puesto 26 de todos los tiempos en sencillos, el 69 en hits, el 66 en turnos al bate y estaba empatado en el 106 lugar del ranking en carreras anotadas. Su apodo de “Doc”, proviene de su interés por la medicina cuando era joven.


Así que Gurriel está logrando un ritmo increíble para las edades, pero ese es solo parte de su gran impacto como uno de los principales jugadores en esta generación ganadora que han exhibido los Astros de Houston. Con su par de hits en el Juego 1 contra los lanzadores de Filadelfia, Yuli Gurriel empató e implantó varias marcas para cubanos en la historia de la postemporada y las Series Mundiales:


PLAYOFFS

Lidera con 81 juegos jugados, 340 apariciones al plato, 83 hits, 13 dobles, 31 carreras anotadas, 38 carreras impulsadas, 25 bases por bolas (igualó el viernes a Yordan Álvarez), y 122 total de bases recorridas por hits entre las marcas más importantes.


SERIES MUNDIALES

Lidera con 23 hits (igualó a Tony Pérez cuando bateó su hit por tercera en el sexto inning del Juego 1 contra Filadelfia), cinco dobles, tres jonrones (empatado con otros cinco compatriotas), y 37 en total de bases recorridas por hits, otra marca que dejó atrás a Tony Pérez hace menos de 24 horas.


Todo ese gran impacto a los 38 años demostró cuánta visión tuvieron los Astros cuando se arriesgaron a contratar a Yuli Gurriel, quien había jugado 15 temporadas en Series Nacionales, más de 35 eventos internacionales de primer nivel con el equipo Cuba, y una campaña (2014) en la NPB.


Realmente no sabemos cómo terminará la carrera de Yuli Gurriel en MLB, y si permanecerá entre los planes futuros de los Astros. De cualquier forma, algo sí podemos asegurar: luego de atravesar por la peor temporada ofensiva de su carrera, Yuli Gurriel está demostrando que, a los 38 años, aún puede contribuir.


Su capacidad de juego ha estado al nivel de la élite en esta postemporada, el principal escenario competitivo del Big Show. Y, por supuesto, no hay dudas de que su legado ya es parte de una leyenda entre los cubanos de todos los tiempos.


(Foto: Yuli Gurriel/Getty Images)

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