—Aunque parecía improbable, los Leones están de regreso y aún siguen luchando para ser contendientes por un boleto a los playoffs.
Yasiel Santoya ha bateado solo dos jonrones, 13 menos que el año pasado. Durante los dos primeros tercios de esta campaña, Yosvany Peñalver remolcó (17) solo el 40% de las 42 carreras que registró en la 61 Serie Nacional. Jorge Enrique Alomá ha visto pulverizarse su slugging por casi 150 puntos, de .465 (2022) a .319 (2023). Roberto Acebedo está bateando .222 y se ha perdido 18 juegos aquejado de lesiones.
Oscar Valdés ha producido 41 carreras, 36 menos que en 2022 (77). Alberto Calderón, quien ha sido habitualmente el leadoff del equipo de Industriales en las últimas tres temporadas, tiene 26 carreras y 11 bases robadas menos—el año pasado se robó 12 almohadillas y anotó 49 veces—.
Walter Orlando Abreu, el segundo remolcador (32) del equipo en esta serie, detrás de Santoya (33), va siendo el bateador que más ha progresado en comparación con la temporada pasada, aunque su OPS descendió de .920 a .657 en el segundo tercio de esta campaña. Esas son solo algunas notas sobre la preocupante regresión ofensiva de los Leones de la Capital en esta 62 Serie Nacional y, aun así, han logrado dar un giro positivo en busca de regresar a la postemporada.
Después de jugar para marca de 7-18 durante sus primeros 25 partidos, Industriales fue el segundo equipo más consistente en el siguiente tercio, registrando balance de 16-8, ¡y la mitad de las victorias por la vía de la blanqueada!
La ofensiva mejoró dos de los principales slumps que sufrieron durante el primer tercio: llegaron a bases con más frecuencia—el OBP ascendió de .350 a .375—, y reactivaron su deficiente bateo oportuno en situaciones claves, remolcando el 23.5% de los corredores encontrados en posición anotadora*.
*Industriales había sido el equipo más improductivo con corredores en posición anotadora durante los primeros 25 juegos, tras terminar con promedio de apenas .190.
Sin embargo, está claro que la clave del resurgimiento colectivo del equipo no ha sido la ofensiva, sino el pitcheo. Los ajustes de la rotación han sido realmente sorprendentes. Solo observa algunos números:
—Primer tercio: 6.23 ERA, .311/.399/.427 (línea ofensiva de los oponentes), 12.8 K% y 11.8 BB%
—Segundo tercio: 2.73 ERA, .201/.333/.245 (línea ofensiva de los oponentes), 18.9 K% y 14.6 BB%
Mira, hay diferencias y, obviamente, NOTABLES DIFERENCIAS: ese fue el caso del pitcheo de Industriales durante el segundo tercio de la temporada, y creo que si analizamos más allá de cómo lograron imponer ese dominio, llegaremos a la palabra “responsabilidad”. Dada la baja ofensiva, el equipo necesitaba estabilizar su nivel de juego apoyándose más en la rotación de lanzadores. Después de ese primer tercio donde el staff lanzó para 6.23 ERA y admitieron .825 OPS, realmente las noticias no eran alentadoras.
Luego, iniciando el segundo tercio, la rotación abridora sufrió cambios tras la baja del principal titular del equipo, Pavel Hernández, quien esperaba firmar contrato con un equipo de la Liga Mexicana de Béisbol. Andy Vargas pasó a ocupar el puesto de primer abridor en la rotación y, aunque la decisión fue criticada, el movimiento ha sido clave para el equipo.
Desde que comenzó a abrir partidos, Andy Vargas tiene marca de 4-0, y redujo totalmente su efectividad de 7.11 en el primer tercio a 1.31. Junto a Vargas, la gran noticia para los Leones es que varios de sus lanzadores han encontrado el ritmo y su efecto dominante.
Los casos de los diestros Raymond Figueredo y Marcos Ortega también han sido historias de superación. Figueredo, quien puede sostener su bola rápida sobre las 93 mph, comenzó la temporada con tasas de 7.7 K/9 y 7.2 BB/9. Su descontrol lo llevó a permitir 10.47 ERA y 2.33 WHIP durante sus primeras cinco aperturas. Los bateadores le promediaron 111 OPS+, manejando su bola rápida mientras aprovechaban conteos favorables con frecuencia.
Sin embargo, Figueredo, de 24 años, ajustó todos esos puntos débiles que salieron a relucir durante sus primeras 16 entradas recorridas en esta campaña. Tras duplicar los innings (32 ¹/₃) en el segundo tercio, su tasa de strikeouts se estabilizó sobre 7.0, y redujo considerablemente las bases por bolas de 7.2 BB/9 a 3.1. La unión de esos ajustes con el progreso de Marcos Ortega y la sorprendente adaptación de Andy Vargas a su nuevo rol como abridor, han sido fuerzas motivadoras en la recuperación de los Leones.
Por su parte, Ortega ha lanzado tres aperturas brillantes donde ha dejado a la oposición en tres o menos hits. Dos de ellas han sido en este mes de mayo: la primera, el pasado día dos cuando silenció al lineup de los Leñadores, dejándolos sin hits durante cinco entradas, aunque salió derrotado al permitir dos carreras a causa de sus seis bases por bolas. Once días después, Ortega tiró otra joya de pitcheo con 10 ponches y apenas dos hits permitidos contra los Leopardos de Villa Clara en el estadio Latinoamericano.
El único aspecto negativo de Ortega sigue siendo su alta tasa de bases por bolas, que se disparó de 4.2 a 7.5 BB/9. Aun así, los rivales no están consiguiendo golpear sus pitcheos con soltura. De hecho, los lanzamientos de Ortega han logrado generar un menor porcentaje de hits con conexiones elevadas (de 18.7 a 15.3), y antes de este miércoles, había permitido un solo jonrón contra sus últimos 126 oponentes. Aunque tiró siete entradas completas con seis ponches y un solo boleto, Ortega perdió su apertura de este miércoles por 3-1, tras soportar dos jonrones solitarios de Leonel Moas Jr. y Eglis Eugellés.
Además del trío conformado por Vargas, Figueredo y Ortega, el novato Jonathan Cruz también ha aportado salidas de calidad, y se espera que Reemberto Barreto y otro debutante, el zurdo Eduardo Rodríguez, quien podría obtener un puesto en la rotación abridora, logren mantener el ritmo y la durabilidad.*
*Aún se espera la salida de Andy Vargas a cumplir contrato en Italia, por lo que el equipo necesitará los ajustes del zurdo Julio Rodríguez (1-4, 6.00 ERA).
Durante el segundo tercio también sobresalieron las actuaciones del novato Rafael Perdomo Eizmendiz, el regreso al dominio de Frank Herrera y Juan Xavier Peñalver, quienes han vuelto a sobresalir en el bullpen. Gracias al trabajo colectivo, los Leones podrían cerrar esta semana jugando para .500 de promedio en victorias y derrotas, un avance que los acercaría a la zona de clasificación entre los primeros ochos contendientes.
Este miércoles, luego de propinar la oncena blanqueada de la temporada*, con un súper nocaut por 20-0 ante Camagüey, los Leones cerraron la jornada jugando para marca de 25-27 y una división de honores en la doble cartelera.
*Las once lechadas en esta campaña han sido el mejor registro del equipo desde que el staff de la temporada 2006-2007 se combinó para tirar 12.
En el segundo partido, los Toros se impusieron por 3-1, pero un éxito de los Azules en los últimos dos partidos aseguraría su sexta serie ganada de manera consecutiva. Después de abrir con marca de 7-18 en el primer tercio, siendo último lugar en promedio de bateo (.250) y efectividad (6.23), Industriales ha revertido ese terrible inicio que trascendió como el peor en la historia del equipo.
Mantenerse aspirando a un boleto rumbo a la postemporada es un éxito colectivo hasta el momento, pero sin dudas, internamente, el pitcheo se está llevando la mayor parte del crédito.
(Fotos: Andy Vargas, Raymond Figueredo y Marcos Ortega/Boris Luis Cabrera y Por la Goma)
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